Activistas de la UNPACU siguen siendo víctimas de detenciones, multas, golpizas, encarcelamientos y otros métodos violatorios de su derecho a expresarse, asociarse y manifestarse pacíficamente.
Luego del 17 de diciembre de 2014 en que se anunció el restablecimiento de las relaciones de nuestro país con Estados Unidos, el régimen cubano ha mantenido su política violatoria de los derechos humanos de su pueblo, donde los miembros de las organizaciones de la Sociedad Civil Independiente son un blanco constante.
La Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) en este periodo de tiempo ha sido víctima no solo de arrestos arbitrarios por corto tiempo, sino de encarcelamientos, golpizas, multas igualmente arbitrarias, calumnias de chivatos y colaboradores de la policía política, contra el movimiento y principales líderes, operativos intimidatorios, desalojos de algunos activistas de sus viviendas, además de las habituales amenazas verbales contra sus miembros y por las redes sociales.
Se pueden enumerar varios de estos casos de violaciones del régimen, como el realizado contra la activista de Ciudad de la Habana, Sonia de la Caridad González Mejías, detenida el 28 de diciembre acusada de un supuesto atentado, siendo ella la fuertemente golpeada, provocándole fractura, y quedando en muy mal estado de salud, agravado luego por la permanencia una semana en huelga de hambre y sed en protesta a su prisión injusta, hasta que por presiones fue liberada.
El cantante contestatario Omar Sayut Taquechel, también de UNPACU fue apresado el 30 de diciembre varios días, al salir de la Plaza José Martí, donde se realizaría la performance Yo También Exijo, convocada por la artista plástica Tania Bruguera, y que el régimen no permitió su ejecución, en franca violación a la libertad de expresión y del arte, protagonizando una ola represiva que duró varios días.
Las demostraciones de fuerza para intimidar a la población también han tenido lugar en este tiempo, como fue el fuerte operativo con más de 100 efectivos militares del MININT, tropas especiales (boinas negras) y de la policía política contra la Sede de la UNPACU, ubicada en el Reparto Altamira de la Ciudad de Santiago de Cuba, efectuado el día 5 de enero, víspera de los Reyes Magos, violando el derecho no solo del grupo a realizar actividades pacíficas, sino de los niños al esparcimiento y a tener juguetes.
Otra muestra, de que el régimen de Raúl Castro no pretende abrirse definitivamente al cambio del país hacia el respeto a las libertades y derechos reconocidos internacionalmente y en la que muchos casos, ha firmado, radica en la forma en que está tratando el tema de la liberación de los presos políticos, resultado del acuerdo con Barack Obama, excarcelando a la mayoría bajo licencia extrapenal, lo que significa que pudieran ser devueltos a prisión cuando el régimen lo considere. Proceder que está claro tiene el objetivo de presionar a los activistas para que se retiren de sus grupo opositor, se mantengan con un perfil bajo, es decir no destacar en el accionar prodemocrático sobre todo en las calles y en el contacto directo con la población o en su mejor beneficio que se conviertan en infiltrados para cooperar con la llamada ¨Seguridad del Estado¨.
Corrobora además, la persistencia del régimen de no iniciar el proceso hacia la democratización otras fuertes represiones contra la oposición, coincidiendo precisamente con las liberaciones de presos este 7 y 8 de enero, y también el día posterior, dentro de las que sobresalen por su gravedad en contra de la dignidad humana:
La golpiza y arresto del periodista independiente Leonardo Díaz Castañeda del municipio Mella en la provincia Santiago de Cuba, que terminó con una multa de 2000 pesos moneda nacional, por falsa acusación de afear el ornato público, con el móvil real de sospechar que el mismo colocó un cartel en calle céntrica del poblado, con consignas en contra del régimen y exigencias de libertades básicas.
La detención de 4 activistas de la UNPACU también del municipio Mella, incluido nuevamente al periodista Díaz Castañeda, a los que le impusieron, igualmente multas con cifras ascendentes a dos y tres mil pesos, por falsas acusaciones de colocar carteles que el régimen llama subversivos.
La encarcelación del activista Daniel Moreno de la Peña del municipio Moa, provincia Holguín, bajo falsa acusación de desobediencia, aplicándole una sanción de 8 meses de trabajo correccional sin internamiento, convirtiéndose entonces en un preso político más de la Unión Patriótica de Cuba.
Respecto al tema, en sus primeras declaraciones, los expresos políticos de la UNPACU Ernesto Roberto Riverí, Julio César Vega, Aracelio Ribeaux y Ruberlandy Maine manifestaron su inconformidad con el auto de licencia extrapenal y reafirmaron que no dejaran el movimiento y desarrollarán un activismo similar al realizado antes de entrar a prisión o mayor, por lo que realmente fueron encarcelados, y no por delitos comunes como le construyó la policía política, con la anuencia de los tribunales cubanos.
En tanto, el régimen no respete los derechos de sus ciudadanos y continúe imperando la ley del terror, el estado policial promovido por el mismo, no tendrá valor real, el hecho de que liberen un día una treintena de presos políticos, como acto de ¨buena voluntad¨ y al mismo tiempo vaya encarcelando y reprimiendo a otros ciudadanos a lo largo de la isla.
Yusmila Reyna Ferrera, periodista independiente