viernes, 4 de octubre de 2013

Eliecer Ávila apuesta por un partido verde

| Por Lilianne Ruíz
Cubanet entrevistó a Eliecer Ávila, el informático que en su día encaró a Ricardo Alarcón, ex presidente de la Asamblea Nacional.  Se mudó para la capital con el fin de participar más directamente de los cambios en la sociedad civil.
¿Qué has estado haciendo en tu vida pública últimamente?
Desde que llegué de Europa me he centrado en mi vida personal. Una de mis grandes frustraciones siempre fue vivir a 800 km de la capital (Puerto Padre, Las Tunas). Tenía que tomar una guagua o un tren y viajar a veces durante días para poder participar en la vida pública, que no solamente es todo lo que se escribe y que los lectores fuera del país pueden leer, sino también lo que sucede en los debates dentro de Cuba, dentro de esa intelectualidad que, con crítica o no, es la que nos toca.
Debemos mencionar los debates de la Revista Temas, Espacio Laical, una serie de buenos debates, en los que quiero participar. Entonces, haciendo un esfuerzo para lograr insertarme de una manera más coherente y constante en la vida pública, he tenido que invertir estos últimos dos meses en estabilizar mi vida en la ciudad de La Habana.
Por tu trabajo social anterior te percibíamos como activista de derechos humanos, y luego periodista independiente. Pero tú mismo te has definido como un político. Entonces: ¿Cuál es la tendencia política  con que te identificas, digamos: Socialismo, Social Democracia, Liberalismo?
Bayly entrevista a Eliecer
Bayly entrevista a Eliecer
Decía en la entrevista con Bayly (en Miami), hace poco, que me defino como un político racional, tal vez una mezcla de “centro liberal”. Lo cierto es que creo infinitamente en la libertad individual como único motor impulsor de la iniciativa, del progreso, del máximo esfuerzo por salir adelante, y de la libertad. Ahora, creo también en la responsabilidad social, y creo en un gobierno que ofrezca oportunidades. En la política europea que yo pude constatar -sobre todo en los países nórdicos- hay una fuerte tendencia a la racionalidad política. O sea, de qué tema estamos hablando y en ese tema específicamente qué es lo que debemos hacer. No tenemos que mirarlo con unas gafas oscuras ni con unas gafas blancas. Vamos a estudiar el tema en su totalidad y vamos a tomar una decisión que a veces puede tender un poco más a la izquierda o a un poco más a la derecha. Lo cierto es que se busca el mayor bien común. Me inclino por eso.
Aquí hay un montón de proyectos que no dan la cuenta en economía, pero la tendencia de izquierda dice que hay que hacerlo porque hay que sostener un grupo de servicios, de subsidios, porque esa es una política social interesante para la izquierda. Pero bueno, es un desastre económico, que termina dando al traste con la propia política porque al no tener recursos para sostenerla lo que mantiene es una gran pantalla, que ni siquiera se puede auto sostener, y entonces, ¿por cuál inclinarme? Por un balance promedio entre lo que es eficiente y lo que es necesario.
Aunque te has definido como político, Somos +  no es partido sino un movimiento. ¿Está fundado ya?
Estamos en la etapa de conceptualización. Estoy tratando de nuclear a un conjunto de personas, sobre todo jóvenes; universitarios, trabajadores. Busco jóvenes que tengan la aspiración de tener un futuro en Cuba. Que podamos diseñar una propuesta en los diferentes temas, de acuerdo con lo que nosotros soñamos como un futuro para todos en el país, incluyendo los que hoy forman parte de cualquier tendencia política.
La nueva adquisición de Somos +  es un especialista en biología, que está  diseñando las propuestas políticas que vamos a hacer en el campo ambiental, que en Cuba están  desarmadas. Queremos contar con economistas, sociólogos, obreros. O sea, tener un núcleo directivo del Movimiento lo más diverso e integral posible. Y en ese esfuerzo estamos. Todavía no hemos lanzado oficialmente el Movimiento.
También has dicho que el Movimiento podría aceptar la membresía de algún comunista. Entonces: ¿cuál es concretamente el propósito de Somos +?
El punto de partida de nuestro Movimiento debe ser sobre todo las demandas más comunes a la mayor cantidad de cubanos posible. Conozco comunistas que son demócratas. O sea, estamos asociando una tendencia a la izquierda a un dictamen hegemónico, dictatorial, que no tiene por qué ser así. En España hay comunistas, en Francia, en Canadá, los Estados Unidos están llenos de comunistas que son demócratas. Porque respetan el derecho de todos los demás que no son comunistas a competir políticamente, en buena lid, y a crear un equilibrio social, en función de lo que todos pensamos. Entonces, usted puede ser de la tendencia política que usted sea y al mismo tiempo ser demócrata. Lo que sí va a defender siempre nuestro Movimiento es la democracia. De eso no cabe duda. No vamos a aceptar personas que no sean demócratas, eso sí. Pero a mí me parece que no es necesario etiquetar a las personas y preguntarle cuál es su color de una forma u otra para que formen parte del Movimiento…
¿Te has inspirado en algún movimiento dentro o fuera de Cuba para concebir la idea del Movimiento Somos +?
Yo diría que he tenido influencias muy amplias. He mantenido excelentes conversaciones con líderes de movimientos en Cuba. Como puede ser José Daniel Ferrer, una persona que admiro y respeto muchísimo. Otras personas que no tienen un movimiento político en realidad, pero que sí tienen ideas muy interesantes para el futuro de Cuba, como pueden ser Antonio Rodiles, Yoani Sánchez, Dagoberto Valdés y bueno, una larga lista… Me he nutrido de todo eso, pero también del viaje a Europa, sobre todo al norte de Europa, donde yo creo que están las políticas más balanceadas del mundo…Ese partido verde alemán me dejó muy inspirado realmente…Me gusta hacer la política de esa forma. Una política desenfadada, sin grandes pasiones coléricas que pretendan mover el mundo, una política conversada. Vi en el Parlamento alemán  las más acaloradas discusiones políticas y después todo el mundo brindar con una copa de vino, darse un abrazo, darse la mano.
Eso me parece el mejor ejemplo que he visto de lo que podemos tener en una pequeña isla. No tenemos por qué tener esos grandes conflictos que algunas personas quieren alentar hasta ser insalvables. Tenemos un mismo idioma, una misma idiosincrasia, tenemos las mismas aspiraciones. ¿Qué es lo que queremos? Un estado de confort decente, un confort digno de vida, una libertad de información que nos permita creer que estamos insertados en el mundo, y no que estamos en una pequeña cueva en el Caribe y que no formamos parte del desarrollo.
Queremos que se nos respete nuestro trabajo, que se nos pague, y acorde a eso nosotros podamos tener la vida que merezcamos.
¿Por qué liderar Somos +, en vez de sumarte a uno de los movimientos ya constituidos dentro de la oposición?
Siempre me pareció necesario que nazca una nueva semilla, una nueva flor, que no esté condicionada, permeada de un grupo de cosas que pueden ser positivas o negativas pero que se arrastran desde hace mucho tiempo.
Es bueno asumir la responsabilidad del éxito si lo llegamos a tener, pero también la carga del fracaso si llegamos a eso. Es muy interesante transitar todo ese camino, tenemos el derecho, como una nueva generación, a equivocarnos, a forjarnos, a no ser ni mejores ni peores que los que empezaron anteriormente y de los que respeto su trabajo.
Ahora quiero preguntarte algo para hacernos una idea de tu perfil: ¿Qué libros lees, que música te gusta, qué película recuerdas?
Me gusta la música vieja, la de los 70 y 80, en inglés y en español. Como informático soy un apasionado de la programación, y para programar a veces noches enteras, semanas enteras sin ir al cuarto, escuchaba mucho rock duro, “System of a Down”, “Nightwish”. Las películas: me gustan mucho los filmes históricos, y los de aventuras. Me gustan todos los filmes que tienen que ver con la Segunda Guerra Mundial, que incluyen reflexiones de esas que te llevan a cuestionarte, a pensar sobre la propia esencia humana, sobre lo que es capaz de producir el odio. Me gusta mucho “La Vida es Bella”. Al mismo tiempo me gustan mucho las películas que exaltan el valor humano. Tanto en los libros, como en los filmes, como en la música, me gustan las historias reales. Me estaba leyendo “La Rabia y el Orgullo”, de Oriana Fallaci. Terminé de leer las novelas de Padura. Me gustan los escritores cubanos que marcaron una época, con una escritura que fue muy valiente para su tiempo, porque se adelantaron a muchas cosas que sucedieron luego.
¿Cómo pretendes sumar a más personas en Somos +, teniendo en cuenta el temor que tiene la gente a las represalias del gobierno con su aparato represivo?
Primero, no creo que deba hacerme sentir mal el hecho de que nadie me ha dado un golpe, no he sufrido una cárcel. Luego,  creo que eso es lo normal que debe pasar, que mucha gente me dice: “Yo no quiero que me marquen, no quiero que me pase nada”. Uno debe mostrar a las personas que está pisando un terreno seguro. Un terreno en el que yo confío y en el que cualquiera también puede confiar porque no hay nada oculto en eso. La transparencia política en todos los sentidos puede ser un arma que nos ayude a sumar a muchas personas.
La clandestinidad en la oposición cubana tiene sus ventajas y sus desventajas. Uno de los grandes temores que tengo es que una vez que podamos hacer política en democracia, haya demasiada gente acostumbrada a la clandestinidad.
Este último suceso del músico Roberto Carcassés expresándose por cambios, en el concierto del 12 de septiembre, ¿te parece un signo de nuevos tiempos?
Creo que sí, hace poco lo conversaba con mi esposa. Hay muchas personas que están queriendo asumir en alguna medida la responsabilidad que le toca, acorde a su lugar en la sociedad, y me refiero a los artistas, a los intelectuales, a muchas personas que tienen responsabilidades dentro de los medios de comunicación…
Las personas que viajan, y Robertico Carcassés es una de ellas, se dan cuenta de que en el mundo entero hoy está ocurriendo una nueva ola, que a veces dicen: “Bueno, sacude a los países árabes”. Yo creo que sacude al mundo entero…Esas personas que viajan, que salen, que entran, que están viendo todo eso que está pasando, cuando llegan a Cuba es como viajar en el tiempo 54 años…A veces se dan esas situaciones como la de Robertico Carcassés, que yo creo que fue sobre todo un despertar de conciencia, que marca un antes y un después. Marca un precedente, que fue lo que pasó en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) también.
Con aquella intervención que tuve la oportunidad de hacer… Se elevó un poco la parada de lo que se podía hacer y lo que se podía criticar, y después hubo una tendencia en el periódico Granma, en el Noticiero, de crear espacios donde la gente empezaba a discutir un grupo de temas. Bueno, yo creo que es muy saludable y muy necesario para un país que pasen cosas como las que hizo Robertico Carcassés…Lejos de ser la excepción, debería ser la regla.
Se dice que las reformas dentro del gobierno de Raúl Castro son un cambio fraude, y que una de sus tácticas es la de sustituir a la oposición real, orgánica dentro de la sociedad, por lo que los propios voceros oficiales han llamado una “oposición leal”. Si estás de acuerdo con ese criterio, ¿qué te parece ese fenómeno?
Hoy lo que tenemos en esta segunda etapa, por llamarla de alguna manera, del gobierno de Raúl Castro, es un retroceso, incluso a un discurso que ya parecía que estaba superado. Ya hemos visto de nuevo a la pionera recitando con las venas en el cuello exaltadas, un estilo casi de “tribuna abierta”. Ya estamos leyendo en el periódico de nuevo esos discursos que etiquetan de “revolucionario” y “genuinamente revolucionario”, o sea el abuso de la palabra revolucionario.
Sí, pero cuando yo ponía el ejemplo de lo que ellos llaman oposición leal, estaba pensando en espacios como la blogosfera oficial, que aparentan cierto grado de crítica, pero son fabricados por el propio gobierno para crear una impresión de apertura…
También los incluyo en lo que estaba diciendo. En alguno de esos espacios podría entrar incluso la Joven Cuba, pero resulta que tú puedes engañar a algunas  personas un tiempo, pero no puedes engañar a todo el mundo toda la vida. Esos espacios se abrieron y la gente empezó a hacer catarsis ahí. Pero resulta que la crítica es solamente el primer eslabón en una cadena de un proceso que debe terminar con decisiones políticas. Entonces, una cosa muy interesante que ha pasado en Cuba es que aquí se ha hablado demasiado ya. Llevamos demasiados años haciendo crítica.



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miércoles, 2 de octubre de 2013

La eterna espera por el vaso de leche


| Por Osmar Laffita Rojas
LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -Hace más de 6 años, el presidente Raúl Castro anunció que se le garantizaría un vaso de leche fresca a la mayoría de los niños, como resultado del plan de distribución de este alimento en un grupo de bodegas, en forma experimental. Aseguró que a medida que la producción se incrementara, se extendería a todo el país.
Hasta hoy, se desconoce el número bodegas y municipios en que se distribuye diariamente  leche para los niños. Algo no ha funcionado como se había previsto.
Al cierre de 2012, se reportó una producción de 516 246 500 litros de leche, a nivel nacional. De esa cantidad, las empresas pecuarias produjeron  62 660 200 millones de litros, pero se desconoce cuál fue realmente el destino de dicha producción, porque en ninguna bodega de las principales ciudades de Cuba, ni en la cadenas de establecimientos de venta en divisa, se oferta leche fresca ni mantequilla de producción nacional.
De los restantes 453 586 300 de litros, la mayor parte la aportaron los campesinos, que entregaron  341 834 400 litros. Las Cooperativas de Producción  Agropecuarias (CPA) y Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC) produjeron 111 751 900 litros.
Por su dispersión en todo el territorio nacional, tanto a los productores privados como a los cooperativistas, se les asignó la tarea de garantizar que la leche fresca llegue a la mayoría de las bodegas de los municipios que están contemplados en la venta de dicho alimento.
Esto sería muy importante en la sustitución de importaciones, ya que el precio de la tonelada de leche en polvo sobrepasa los 4 000 dólares por tonelada, pero se desconoce si en las  últimas legislaturas de la Asamblea Nacional del Poder Popular  el asunto fue objeto de análisis por parte de los diputados y del gobierno.
Parece que sustituir la leche en polvo, que tanto cuesta, por la producida en el país, no está entre las prioridades económicas del actual gobierno cubano.
En torno a la producción de leche, la prensa oficial no brinda ninguna información. Cuando lo hace, es de manera muy general. Evidentemente, no está autorizada a entrar en detalles sobre el asunto.
Transcurridos 9 meses del presente año, se desconoce los millones de litros de leche producida, cuántos han sido destinados a la industria, qué cantidad de bodegas la distribuyen de forma directa, en cuantos municipios, el total de núcleos familiares que la reciben y lo que esto ha representado en ahorro de divisas por sustitución de importaciones.
Los últimos datos de que se disponen son del periodo enero-marzo, en que se produjeron 84 778 800  litros de leche. De ellos, las empresas  pecuarias reportaron una producción de 11 297 800 litros; los restantes  73 481 700 litros, fueron acopiados por las cooperativas y los productores privados. Estos últimos fueron lo que más produjeron, con una entrega de 55 233 200 litros.
Una muestra de cuán acelerado ha sido el retroceso en la producción de leche de las empresas pecuarias, lo tenemos en la provincia de Camagüey, la mayor productora de leche a nivel nacional. En el año 2012, sus vaqueros reportaron una producción de 96 299 600  litros. De ese total, las empresas pecuarias solo produjeron 43 896 600 litros. Entre enero y marzo del presente año, los camagüeyanos reportaron 14 507 500 litros producidos. Las empresas pecuarias lograron acopiar tan solo 761 800 litros.
Históricamente, la sequía sirvió como justificación para esconder el mal trabajo, pero desde junio ha llovido de manera ininterrumpida en toda la isla. Los que tumbaron a tiempo el marabú, prepararon las tierras y sembraron king grass para que no les faltara el alimento a las vacas, y además alistaron las vaquerías con agua y iluminación para realizar el doble ordeño, pudieron cumplir sin contratiempos sus respectivos planes de producción.
De enero a agosto, la mayoría de las empresas pecuarias, a pesar del buen comportamiento de la lluvia, registraron muy bajas producciones de leche. Serios problemas organizativos, el descontrol, la falta de exigencia, la imprevisión, han incidido negativamente en esos pobres resultados.



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lunes, 30 de septiembre de 2013

De la vaca, ni el rabo

| Por Alberto Méndez Castelló
PUERTO PADRE, Cuba, septiembre, www.cubanet.org – Rabos de vacas al precio de un peso y unos pocos centavos en moneda nacional, vendieron esta semana en algunas carnicerías de Puerto Padre. La alegría de quienes los alcanzaron era manifiesta. Pero los rabos duraron lo que el consabido merengue en la puerta de una escuela.
Tales apéndices son vendidos generalmente en moneda dura, en las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD), donde un rabo de res, de tamaño medio, vale lo que no gana un albañil trabajando todo un día para el Estado.
Y ni qué decir que al precio oficial -de poco más de dos pesos por litro-, un vaquero tendría que entregar al Estado más de sesenta litros de leche para comprar en una TRD un kilogramo de carne de vaca, que, a la tasa de cambio de pesos convertibles por moneda corriente, cuesta más de doscientos veinticinco pesos.
Acabo de conversar con el periodista José Luís Ramos, de Radio Martí, a propósito de la alarma epidemiológica existente aquí. Le decía que a mi juicio, más que todos los riesgos epidemiológicos posibles, preocupa la irresponsabilidad cívica con que el Estado nos obliga a vivir cada día, esa cuota de veinticuatro horas de incertidumbre, que hemos estado obligados a pagar durante más de cincuenta años continuos.
“24 horas en la vida de un guajiro cubano” es un reportaje de 1955, de la periodista Marta Rojas, referido por el periódico Granma, el pasado 6 de abril. Cuenta ella que aquel día de 1955, su entrevistado, el campesino Alfredo Vera, con esposa y seis hijos, ganó dos pesetas en las cinco primeras horas de trabajo. Con eso compró media botella de creolina para curar a su caballo de garrapatas, un jabón, una latica de aliño para la comida, (la Sra. Rojas le llama sancocho) café, azúcar, especias, sal, un pedazo de bacalao y unas galletas.
Convengamos que dos pesetas de 1955, en Cuba y en buena parte del mundo, tenían el poder adquisitivo que hoy no tienen dos dólares. Pero no se trata de eso. El hecho incuestionable es que al campesino le bastaron cinco horas de trabajo para adquirir alimentos y aseo para ocho personas, y además medicina para curar a su caballo. Actualmente, en Cuba el bacalao es una comida para elegidos y no para campesinos. No se trata de añoranzas ni de sublimar un pasado de por sí perfectible. Pero media botella de un buen insecticida sistémico para librar de plagas a un animal, bien puede costar mil pesos, poco más de dos salarios mensuales, según el promedio nacional.
En un momento triste de nuestra historia, José Martí recordó al general Máximo Gómez aquella gran diferencia entre un país y un campamento militar. Más que en un cuartel, Cuba fue transformada en un campo de trabajos forzados, y sabido es que, a la fuerza, ni los bueyes producen. A quienes un día bastó el trabajo de algunas horas para alimentarse con bacalao importado de Terranova, hoy no les alcanza ni para el rabo de las vacas cubanas. Y no es que así está Cuba: es que por acción u omisión esto hicimos de Cuba los cubanos.



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Respuesta a una víbora disfrazada de patriota

, 29 de septiembre de 2013

"Cuba necesita de TODOS LOS CUBANOS" - Respuesta a Zoe Valdés

Barcelona/ Mambí en A/ Ante la publicación de un artículo en Internet denominado: "Para Cuba, un ramo de rosas", en el blog de Zoe Valdés, el Representante en la UE de la UNPACU responde al mismo…

RESPUESTA A ZOE VALDÉS: “CUBA NECESITA DE TODOS LOS CUBANOS”, por Javier Larrondo



Madrid, 29 septiembre de 2013. Por Javier Larrondo, Representante de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) en la UE.

Permítanme los lectores una reflexión al artículo que difundió en la portada de su blog Zoe Valdés, de la autora Norma Hopson y titulado "Para Cuba, un ramo de rosas", que fue publicado anteriormente con el nombre de otra autora. Es muy grave. El artículo requiere una respuesta.

Extraigo frases de este artículo que me provocan pena, dolor, incluso cierto desprecio por la acción de fomentar lo que se extrae de ellas:

"Por tanto, quedémonos con las viejas fotos, las historias repetidas, las románticas memorias de una Cuba linda, idealista, sensual, elegante, limpia, alegre, dinámica, soñadora, la Cuba de la cual nos marchamos cuando…no podíamos adaptarnos al miedo, al panzismo, al conformismo, la apatía, la negligencia, la indiferencia, el vacío moral, la chabacanería, la vulgaridad, todas esas cualidades que hoy son parte intrínseca de esas masas que pululan por sus calles, incluyendo a aquellos que se creen educados, porque están medianamente alfabetizados y hasta pueden ostentar un título universitario condicionado, mediocre y limitado. Son portadores de diplomas universitarios que escriben con faltas de ortografía, mala redacción, ignorancia de la historia de Cuba y del mundo, ya que el sistema en su podredumbre se preocupó y encargó de distorsionar y suprimir hasta los hechos más destacados de la humanidad en los libros impresos por la Imprenta Nacional. Amigos, perdimos a Cuba, Aceptemos esta realidad, Perdimos a Cuba físicamente. Su pasada imagen, no."
Extracto del Blog de Zoe Valdés – Artículo "Para Cuba, un ramo de rosas"

Nací en España. Mi madre es Maripepa y mi padre Enrique, exiliados de Cuba. Soy muy diferente, en la práctica, a los cubanos que dejaron Cuba. Y muy diferente a los que ahora quedan allí. Pero conozco bien a los de antes y a los de ahora. Unos, porque me crié con ellos. Los otros, porque hablo y trabajo con ellos por la libertad de Cuba cada día, por lo que me uní a la Unión Patriótica de Cuba. Y empatizo con ambos y de ambos colectivos me siento parte, incluso me guste a veces o no. Las actitudes nostálgicas y apáticas, mientras hordas de gentes sufren, no me generan simpatía alguna, pero las comprendo. Son muchos años de cansancio y sufrimiento en la memoria. Mi abuela paterna, cubana de varias generaciones cubanas, se pasó sufriendo esa impotencia hasta que murió, y la vi y la sentí sufrir horrores por ello.

Existe, y eso es lo que hay que potenciar, una generación de cubanos que entiende que lo que describe Zoe es una realidad a combatir, pero que jamás lo describirán con la falta de empatía, falta de piedad y falta de rigurosidad con que ella lo hace.

Cuba no era como algún otro país aislado de América Latina, donde la clase adinerada provoca, ante un complejo galopante de no ser de Europa en genética y distancia, el vacío con los humildes más allá de lo lógico y de recibo.

En Cuba, la clase alta reivindicaba su "cubanidad", por encima de un "europeísmo" totalmente interiorizado. Pero no es menos cierto que creímos, al ver al guajiro con la sonrisa pintada en su boca, que era feliz. Era más feliz, desde luego, de lo que ahora es la gran mayoría del pueblo cubano. Sin embargo, con un país lleno de riquezas y privilegios, no pusimos en el primer orden de prioridades de nuestra sociedad el aumento del nivel de cultura, bienestar e igualdad absoluta de oportunidades del pueblo representado por el guajiro. A nadie le gusta ver bondades de las que nunca podrán disfrutar, no ya ellos, sino sus hijos.

Fidel llegó y sacó del corazón del guajiro un sentimiento latente pero no real: el odio a la clase adinerada. Como todo lo que ha hecho Fidel, con un fin. Con ese sentimiento supo alentar una cruzada contra esta clase social para quitarse de en medio al único enemigo que le podía sacar del poder: el mismo que lo alzó a él y que tenía los medios para volvérselo a quitar.

Y así creó dos polos que durante años se han alejado y le han servido para justificar una situación que es infinitamente más bárbara que los errores que tenía la Cuba de los 50.

En los 50, Fulgencio Batista acabó con la democracia representada por la constitución del 40. Con la apatía de una mayoría, mientras aquello acontecía, se gestó un dictador aún peor que él: Fidel Castro. Fidel magnificó la diferencia de clases y supo echarnos del país.

De aquellos polvos vinieron estos lodos.

Hay una generación en la isla y fuera de ella que entiende lo ocurrido, que comprende y empatiza en cierto grado con cualquier actitud de entonces, pero que también fraterniza profundamente con la población de la isla de hoy, que lo necesita mucho más. Y en este contexto surge gente que exacerba desde el exilio aquellos sentimientos de diferencia. Como Zoe Valdés o la autora del artículo y otros, que nos invitan a ser ajenos a lo que allí ocurre. Estos sentimientos son los que contribuyen a la inacción, mientras los despiadados pueden trabajar y campar por sus anchas perpetrando barbaridades en Cuba.

¿Cómo una autora de este prestigio puede atreverse a decirnos, a los que luchamos cada día: “amigos, perdimos a Cuba”?

Una masa creciente de personas humildes ha aprendido ya a no cometer los mismos errores históricos, ni han caído en la fosa nacional de muertos vivientes que nos describe Zoe Valdés, ni profesan odio contra nadie.

Los malos sentimientos pueden dar al traste con algo que ha nacido ya en Cuba y que puede cambiarla para bien y de una vez por todas.

¿Ya no creéis en nada? Sólo estáis, estamos, cansados. Pero podemos tomar responsabilidad de lo que pase a partir de ahora. Ahora, más que nunca, hay una oportunidad de cambiar las cosas de otra manera, de mejor manera. Se ha percatado de ello Miami, los Estados Unidos y Europa. Y lo más importante, se ha dado cuenta el pueblo llano de la isla. Ya son más de 7.000 afiliados en el interior, y es hora del que el exilio abandone cualquier atisbo de apatía y escuche las infinitas voces vivas dentro de Cuba, dejando a un lado las diferencias y las nostalgias, para tomar partido activo y que el cambio fructifique esta vez sin que ningún sinvergüenza se aproveche de él.

El exilio cubano, personas como Zoe Valdés, quizás deberían escuchar el Manifiesto de la Unión Patriótica de Cuba como escuchan miles ya en la isla. Porque la apatía del bien es la victoria del mal.

Os dejo entonces el enlace del Manifiesto, no dudéis en difundirlo a todos vuestros contactos:


Soy uno de los colaboradores, desde España, desde la fundación de este movimiento, y os invito a que ayudéis a la Unión Patriótica de Cuba de mil maneras. Primero difundiendo el manifiesto. Segundo aportando. Aportando como sea. Ahora más que nunca todos debemos ser uno, porque Cuba necesita de todos los cubanos.

Un saludo fraternal a todos,
Javier Larrondo
 
 
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