jueves, 21 de junio de 2012

Continuán las demandas ciudadanas contra la dictadura


Aparece en La Habana la Demanda ciudadana por otra Cuba

| Por Ernesto Santana Zaldívar


LA HABANA, Cuba, juni, www.cubanet.org -El pasado sábado 16 fue presentada en público la Demanda ciudadana por otra Cuba —resultado de la concurrencia de varios proyectos independientes sin que ninguna persona ni organización en particular pretenda asumir el protagonismo—, en la que se exige al gobierno cubano, ante todo, la ratificación del Pacto de Derechos Civiles y Políticos que ya había firmado el 28 de febrero de 2008 en la sede de la ONU en New York.
Estado de Sats sirvió de anfitrión para que un panel conformado por Manuel Cuesta Morúa (Partido Arco Progresista, socialdemócrata), Wilfredo Vallín (Asociación Jurídica Cubana), Reinaldo Escobar (periodista independiente) y Elizardo Sánchez Santa Cruz (Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional), con la conducción de Antonio Rodiles, expusiera los entresijos jurídicos e históricos del asunto que reunió en ese día a una nutrida concurrencia.
Wilfredo Vallín dio su explicación de un hecho que no puede ser comprendido a cabalidad sin conocer algunos aspectos técnicos. La Declaración Universal de Derechos Humanos es una recomendación de la ONU que no posee carácter vinculante, y por eso es que este alto organismo internacional concibió luego el Pacto de los Derechos Civiles y Políticos y el Pacto de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que son una derivación de aquella Declaración, pero que sí tienen carácter de obligatorio cumplimiento por parte de los estados, una vez que se den determinados pasos. La primera firma, sin embargo, posee solo un significado de intencionalidad. Únicamente si ratifica el tratado será cuando el gobierno se verá obligado (debido a que en el derecho internacional los pactos priman sobre el derecho interno de los países) a adaptar las leyes de la nación de manera que concuerden con la letra de ese convenio.
Por su parte, Elizardo Sánchez Santa Cruz expresó su satisfacción y su entusiasmo porque, según él, este resulta ser el primer documento de su tipo que no proviene de un partido político ni de algún líder opositor en especial, que no tiene protagonistas visibles, que parte desde un punto de vista esencialmente ciudadano. “Hace veinticinco años era imposible encontrar a más de diez personas que manifestaran abiertamente reclamos como este”, dijo Sánchez Santa Cruz, “y hoy son miles de individuos en Cuba los manifiestan abiertamente sus exigencias. La prueba más evidente es que en el mes de marzo (alrededor de la visita del Papa) hubo más de mil detenciones en todo el país”.
Reinaldo Escobar, a su vez, se refirió a la índole plural de esta demanda ciudadana en la que ningún nombre puede ser singularizado debido a que en este documento no hay, en último caso, sino un “protagonismo compartido”.
Manuel Cuesta Morúa habló de la raíz histórica de los derechos humanos en Cuba, pues no otra cosa pretendieron nuestros próceres en su lucha por la independencia de nuestro país. De modo que, aseguró, “la Declaración Universal de Derechos Humanos es una base suficiente para la transición cubana y, más aún, para la modernización de nuestra sociedad”.
Wilfredo Vallín insistió en lo contradictorio e inexplicable que resulta el hecho de que el gobierno cubano firme un documento que no solo no se decide a ratificar, sino que “ni siquiera permite que el pueblo cubano conozca el contenido de ese pacto, aun cuando es precisamente en nombre del pueblo, como representante suyo, que rubrica o no cada tratado internacional. Más aún, el gobierno cubano nunca ha publicado la Declaración Universal de Derechos Humanos”.
Luego de que los cuatro expositores hubieron dado a conocer sus puntos de vista, se pasó a las preguntas del público, que fueron numerosas e iban desde una petición de aclaración elemental hasta una clarificación de algún aspecto legal tratado anteriormente (como hizo la jurista Laritza Diversent).
La bloguera Yoani Sánchez intervino asumiendo el papel de “abogado del diablo” e hizo una pregunta capital: “¿Cómo sabemos que esto puede funcionar?” En efecto, la demanda en sí misma no tiene la menor garantía de provocar una contestación positiva de las autoridades nacionales y lleva a una interrogación implícita: ¿Será capaz este gobierno, luego de más de medio siglo con el control absoluto, de dar un paso que compromete su intención de perpetuarse en el poder? Algo quedaría en claro de todas formas: no ratificar el Pacto pondría en evidencia la falta de voluntad del gobierno para acogerse a la letra de ese convenio.
¿Y qué hacer entonces a partir de ese punto? O sea: ¿Qué pueden hacer los ciudadanos que suscriben esa demanda?, como preguntó alguien del público. Reinaldo Escobar fue explícito: No hay por qué imponer una única reacción o una actitud conjunta: “Que cada cual haga lo que cree que debe hacer. El que prefiere protestar en la calle, que proteste en la calle; el que prefiere escribir su opinión, que la escriba; el que considere que debe gritar, que grite; el que prefiere rezar, que rece”.
Especial connotación tuvo la intervención del destacado líder opositor René Gómez Manzano (Corriente Agramontista), quien se refirió con determinación al carácter inalienable de los derechos humanos, atributo de toda persona por el simple hecho de serlo y que ninguna autoridad tiene el poder de negar, otorgar o siquiera interpretar, además de que ocurre en el plano internacional que cada vez es mayor el consenso en cuanto a la legalidad que en sí misma porta la Declaración Universal de Derechos Humanos.
En definitiva, no quedó ninguna duda de que existe un sector de la ciudadanía que no está exigiendo derechos, sino que en la práctica ha comenzado ya a ejercerlos independientemente de las presiones y amenazas de las autoridades, sobre todo en lo que respecta a la libertad de expresión y de asociación. De manera que el gobierno cubano solo tiene que desistir de sus esfuerzos por impedir la realización de esos derechos y rendirse a la realidad de que, como el estado es posterior al ser humano y en definitiva una creación suya, no tiene función más esencial que la de proteger la libertad y la igualdad con las que —por encima de toda circunstancia política, religiosa, geográfica, racial o de cualquier otro tipo— nacen las personas. La igualdad y la libertad no son atributos ni recursos que ningún estado pueda administrar u otorgar según sus temporales intereses: son nada menos que una condición inherente a todos y cada uno de nosotros.
Esta Demanda ciudadana por otra Cuba proclama, entre otros puntos, que “como cubanos, hijos legítimos de esta tierra y parte esencial de nuestra nación, sentimos un profundo pesar por la prolongada crisis que vivimos y la demostrada incapacidad del gobierno actual para realizar cambios de fondo. Esto nos obliga, desde la sociedad civil, a buscar y demandar nuestras propias soluciones”.
Y continúa: “Los ingresos miserables, la escasez de alimentos y vivienda, la masiva emigración por falta de oportunidades, la discriminación del pensamiento diferente, la ausencia de espacios de debate público, los arrestos arbitrarios, la falta de garantías ciudadanas, la corrupción y la inamovilidad de la elite gobernante, son algunos síntomas de la difícil realidad que enfrentamos”.
Más adelante precisa el texto: “Sobre la base de que la Constitución establece, en su artículo 3, que en la República de Cuba la soberanía reside en el pueblo del cual dimana todo el poder del Estado, y, en su artículo 63, que todo ciudadano tiene derecho a dirigir quejas y peticiones a las autoridades y a recibir la atención o respuestas pertinentes y en plazo adecuado, conforme a la ley”.
Además, el documento demanda al gobierno cubano “que ponga en práctica de inmediato las imprescindibles garantías legales y políticas concebidas en la Declaración Universal de Derechos Humanos y que ratifique el Pacto de los Derechos Políticos y Civiles y el Pacto de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, lo cual garantizaría el pleno respeto a los ciudadanos sin importar cuáles sean sus ideas o su accionar político-social, y que sean restaurados sus derechos a todos los que por sus opiniones discrepen del gobierno. Consideramos estos derechos esenciales en la formación de una Cuba moderna, libre y plural, que nos acoja a todos por igual e inserte nuestra soberanía en un mundo dinámico y cada vez más global”.
El texto precisa también algo que, por elemental, no deja de ser notable: “Invitamos a todos los cubanos dentro y fuera de la Isla, identificados con estas demandas, a sumarse a este reclamo justo y necesario”.
Como conclusión, el documento advierte: “Estamos dispuestos a no aceptar el silencio institucional, considerando como respuesta a esta demanda la ratificación de los pactos mencionados”.


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Un aporte positivo del comediante en jefe


Un aporte positivo del compañero Fidel

| Por Jose Antonio Fornaris


LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -El mini cuento ya existía. Pero el siempre innovador compañero Fidel inventó ahora la reflexión-twitter o mini reflexión. Es algo que mucho le agradecemos en Cuba, pues, hasta el pasado mes de mayo, sus reflexiones eran de talla extra-grande, intragables. Llegaron a abarcar dos páginas en los periódicos y 30 minutos, o más, en el noticiero de televisión.
Pero el papel y la señal de televisión son caros. Tal vez por eso que el compañero Fidel ha decidido al final de su vida realizer por fin un aporte positive a la economía nacional. Lo malo es que en sus mini-reflexiones parece dispuesto a aumentar las dosis de veneno, a la par que disminuye la palabrería.
Por ejemplo, en la dedicada a Erich Honecker hay una afirmación muy rarita. Dijo, sin más, que el comunismo había terminado en Alemania porque alguien, en Moscú, vendió su alma al diablo por unas líneas de vodka.
Recordemos que siempre se ha dicho que el comunismo es el salvador de los pueblos, y que sus garantes son el amor que las masas sienten por él y por sus geniales líderes, así como la firme ideología y los cuerpos armados y de inteligencia de los países donde sentó plaza. ¿O es qué eso no es así?
Tengo un amigo encargado de ofrecer cada día información política, tras la formación de rigor en pelotones (paramilitares), a un grupo de una de las entidades de guardianes que se dedican a la protección de establecimientos de servicio. Por lo general, en esos informes, mi amigo agrega algo de su cosecha propia.
Ha dicho cosas como esta: “Los trabajadores del banco de semen de la provincia Camagüey fueron homenajeados por haber cumplido el plan del trimestre con varios días de antelación.” O como esta otra: “El Presidente de la Cámara de Comercio de China, Choen Sapingo se encuentra en Cuba para dar a conocer una nueva variedad de arroz “.
Mi amigo asegura que nunca nadie ha reaccionado a las noticias absurdas que él transmite en esas cortas sesiones de “información política”. Pues evidentemente nadie escucha nada, a nadie le importa nada, nadie cree nada, y, por lo tanto, da lo mismo una cosa que otra.
Lo importante es aparentar que el sistema funciona, que el comunismo sirve para algo más que para esclavizar al pueblo. Entonces, esa misma conclusión es aplicable al cambio de estructura en las “reflexiones” del compañero Fidel. Ni las híper-breves de hoy ni las extremadamente largas de ayer, interesan a nadie. Pero si nos obligan a escoger, preferimos las breves, porque duran menos.
fornarisjo@yaoo.com



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miércoles, 20 de junio de 2012

El cambio es irreversible


Factores de cambio

 

| Por Martha Beatriz Roque Cabello
LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -Hay quienes piensan que el único escenario que va a permitir el cambio es la muerte “física” de Fidel Castro, en consecuencia se han realizado muchos estudios para la transición, pero la mayoría de ellos ya son obsoletos, porque realmente la situación económica, social y política en el país involuciona con una rapidez extraordinaria. Esta no es la Cuba de 2006, pero tampoco la de 2010, lo que implica que se puede producir el cambio, por un grupo de factores, antes no considerados, incluso algunos de ellos dentro de los propios miembros del régimen.
La mayoría de las personas apuestan a que las transformaciones ocurran de una forma pacífica, pero habría que sopesar el desgaste social y moral que vive el país en estos momentos. Incluso como el propio régimen se irrespeta publicando las llamadas “Reflexiones del Comandante en Jefe”, que parecen más bien una burla a la persona del ex Presidente, quizás no haya alguien –incluyendo a su propio hermano, que se atreva a decirle, cuan ridículos son esos párrafos sin ton ni son que se publican.
Si se considera que dentro de las fuerzas represivas, hay algunos que viven mejor que otros y que además –producto de que su trabajo es poco- se les alimenta la “ideología” con toda esa mala historia del “enemigo imperialista”, los “mercenarios”, “los terroristas”, “los vende Patria”, etc.; que tienen algunos privilegios y buenos salarios, es difícil pensar que alguien se rebele.
No obstante, en el escenario cubano actual existen varias posibilidades de que grupos sociales o tendencias dentro de la sociedad se conviertan en factores de cambio, se pueden considerar algunas hipótesis, entre ellas, cabría preguntarse, por ejemplo: ¿Quiénes son los policías en la capital?  Los jóvenes del Servicio Militar, que juran cinco años porque prefieren estar en la calle, antes de someterse al régimen de una Unidad, pero que además esto les permite recibir un salario; personas que traen de las provincias orientales y los ponen a vivir en albergues, porque los capitalinos no quieren ser policías.  De forma general los del este del país  tratan de casarse, para no tener que virar para el “terruño” y poder halar a la familia hacia la vida en la ciudad.
En un agente del orden en estos momentos se conjugan varios elementos, entre ellos: falta de profesionalidad, de educación y cultura y una marcada tendencia a la corrupción por las necesidades que pasan a pesar de que sus salarios están por encima de la media nacional. Estos hombres de uniforme carecen de ideología, aunque se trate, por sus correspondientes mandos, de darle una formación política, la mayoría está vinculada a este trabajo por intereses personales momentáneos.
Hay una tendencia generalizada del pueblo, a pensar que la policía en la calle -e incluso en las unidades- es más represiva que lo que le indican, ya que abusa del poder, de forma discriminada, y tiene a su favor los tribunales para apoyarla; esta es la causa por la que se hacen muy comunes los delitos de: atentado, desacato y resistencia. Es inútil quejarse de un mal trato de la policía, no pasa nada; pero si usted se equivoca con cualquier agente, los años de prisión le caerán uno tras otro. Esta es la forma en que el gobierno premia la fidelidad de este cuerpo armado y los hace sentir intocables.
Pero lo que está creando el caos, es la desobediencia. A pesar de la jerarquía gubernamental estar casi totalmente militarizada, la policía no guarda las reglas que el régimen quiere mostrar al exterior, y golpea, mutila, mata y no puede pasar nada.  Y no es que se haga referencia a ello por solo traer a colación algo mal hecho por la dictadura, para poder mostrar problemas y hendiduras del sistema; es que hay pruebas, y se han mostrado y documentado por la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, diferentes casos a todo lo largo del país; y no solo de disidentes (Orlando Zapata Tamayo, Juan Wilfredo Soto García), pero de personas dentro de la sociedad civil.
También está el hecho de que cuando los disidentes –que salen a la calle- son detenidos y conducidos a las Unidades de la Policía Nacional Revolucionaria, pueden constatar las diferencias que existen entre los policías y los oficiales de la Seguridad del Estado, ya que estos últimos se consideran superiores.
Esta situación vista a distancia permite considerar que la policía tiene dos líneas de mando: la primera el Estado y la segunda intereses personales que se han ido enraizando  y le van quitando fuerza al ucase gubernamental. Por ahora la balanza está a favor de la dictadura, pero en la medida en que crezcan las dificultades dentro del país, se afectarán sus posibilidades de control.
Dentro de tantos escenarios posibles, ¿no podría la Policía Nacional Revolucionaria convertirse en un factor de cambio?


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Otro de los tantos cuentos de "Tia Tata": El cable de fibra óptica



El cable más largo del mundo

¿Qué pasó con el cable de fibra óptica desde Venezuela? Es preciso reclamar el derecho de todos los cubanos a internet.

(TRANSLATING CUBA)

Hace ya unos ocho años, varios amigos que recién comenzábamos los estudios en la Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana (UCI) nos asombramos al descubrir la inmensa gama de posibilidades que internet podía ofrecerle a los habitantes de este planeta. De inmediato consultamos los datos de conexión a nivel mundial y pudimos ver que Cuba estaba por detrás de casi todos los países, incluyendo los más pobres como Haití.
Comenzamos de inmediato a opinar sobre este tema en cada oportunidad que se nos presentaba, y luego compartíamos las respuestas que lográbamos obtener. Siempre era la misma: "Los yanquis no nos dejan conectarnos". Aun siendo jóvenes militantes no nos tragábamos del todo esta idea.
Un día, al parecer para calmar la ansiedad de todos los preocupados por el asunto, un viceministro impartió una conferencia en el entonces recién inaugurado Teatro del Docente Chino. Después de presentar varios proyectos futuristas en fase de diapositivas, el visitante por fin entró en materia y "desclasificó" la idea del famoso cable a Venezuela. Convenio enmarcado en los múltiples acuerdos de integración devenidos del ALBA.
El alto funcionario explicó que con ese cable cada cubano tendría más ancho de banda que la que tenía en ese momento el país completo. Y que no había obstáculos políticos por parte del Estado para que los cubanos no pudieran acceder a este servicio, que ya era normal hacía años para buena parte del mundo.
"El enemigo dice que Cuba no tiene internet de forma masiva porque teme a la libertad de información, pero eso obviamente no es más que una calumnia. Por el contrario, con esa plataforma cada cubano podrá sacar al mundo la verdad y ayudar a desmontar las constantes campañas anticubanas que ellos promueven", opinó otro cuadro, presente en la reunión.
Esa noche, todos dormimos mejor. Y hasta hicimos planes para cuando llegara el día de la apertura al mundo. La cual, según los empapados del asunto, "sería, a más tardar, a principios de 2011".
Un tiempo después, el entonces Ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, nos convocó a un selecto grupo de estudiantes destacados para impartir conferencias sobre el bloqueo de EE UU sobre Cuba en varios centros docentes y laborales de la capital. Y una de las ideas que, con sano entusiasmo infantil, siempre usamos para conquistar a la gente (que casi nunca nos escuchaba de buena gana) era el tema del futuro con internet de calidad para todos.
Pasó el tiempo y, como suele suceder, la prensa cubana (demostrando su falta total de principios y de autonomía real) jamás volvió a decir nada al respecto.
Llegó 2012 y el cable es una total incógnita.
Como siempre, la falta de información vino acompañada de algunas "bolas" que, a mi juicio, son puestas en circulación por el propio Gobierno para ganar tiempo, desviar la atención e incluso dar soluciones temporales a problemas que no quiere enfrentar.
Una de esas bolas la escuché en Santiago de Cuba de boca de alguien estrechamente vinculado al convenio. "Se ha formado tremendo problema, porque resulta que los funcionarios que participaron en la compra del cable se cogieron buena parte del dinero y compraron uno de mala calidad que no cumple con los parámetros esperados, y hay una pila de gente presa por eso", me dijo directamente aquel señor.
En La Habana, tiempo después, escuché otra peor: "dicen que el cable no funciona porque fue mordido por tiburones". Casi me río en la cara de mi interlocutora pero, como su expresión era muy seria, asumí que no estaba jugando y solo le respondí que era una verdadera lástima.
Hace poco, encontré por casualidad a una vieja amistad que tiene acceso al Comité Central, y esta persona por fin me dio una luz que sí que me sonó real y desgarradora a la vez: "Hijo, el cable está ok. En las instancias de primera línea del Gobierno, las FAR y el MININT, ya lo estamos usando. Es una autopista pero, para serte sincero, no creo que éso le llegue a la gente. A Quien-tú-sabes no le conviene, y más como están las cosas por ahí".
Este encuentro me dolió de verdad. Me hizo recordar cómo, años atrás, me usaron para mentirle al pueblo, y me sentí una basura.
Pero me reconforta el hecho de que hace ya un buen tiempo no estoy disponible para hacerle el juego a los que mantienen a los cubanos en el limbo de la desinformación. Ahora usan a otros universitarios, que no ataco ni recrimino porque yo un día estuve en su lugar. Solo dejo al tiempo y a los hechos la tarea de abrirle los ojos.
Volviendo al cable, ya la cuestión pasó de las bolas a la realidad concreta. Días atrás, un ministro venezolano declaró que "el cable está operativo y es decisión soberana de Cuba determinar el uso del mismo". O sea, ya no hay pretexto.
Ahora estamos en posición de exigirle al Gobierno que venda a todos los cubanos las cuentas para conexión a internet a precios razonables. (Aunque lo de los precios razonables no lo han aplicado aún ni con los celulares.)
Lo que sí no podemos permitir bajo ningún concepto es que apliquen la bola número uno de la era "extraoficial post-cable". Esta bola salió de un dirigente del sistema de Joven Club: "se va a poner internet para la gente, a 6 CUC la hora de acceso internacional, y a 2 CUC la hora de correo, a través de la línea telefónica".
Esto sí sería una enorme burla a todos en este país. Y no voy a desgastarme explicando por qué. Cualquier cubano con una inteligencia mínima sabe lo que eso representa. Resolverían un problema de derechos con un precio inmoral para los salarios que pagan, como lo han hecho con otras tantas cosas.
En unos días, del 21 al 23 de junio, se estará realizando en La Habana el Festival CLIC, un evento para debatir sobre internet, tecnologías y una Cuba 2.0. Durante esos días, todos los que luchamos por el derecho a la información y a las comunicaciones en Cuba tenemos la oportunidad de unir nuestras voces para reclamar (a través de twitter, las redes sociales, la radio, la TV o, mejor aún, participando directamente en las actividades que tendrán lugar en Calle 1ra #4606, entre 46 y 60, Playa) que caigan las alambradas digitales que encierran las mentes de este pueblo impidiéndole ver al mundo y vernos a nosotros mismos.


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martes, 19 de junio de 2012

El país de los que no tienen futuro



El país del futuro

 

| Por Luis Cino Álvarez
LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -Últimamente varios ilustres visitantes, incluso funcionarios de organismos internacionales, no han escatimado los elogios al parque temático en forma de finca-campamento militar-marabusal que un buen amigo se empeña en llamar Castrolandia.
Han dicho que es el país más seguro del hemisferio, lo cual nadie duda. ¿Qué se puede esperar de un estado policial donde no se puede pescar una claria en una zanja mojonera o vender boniatos en una carretilla que no esté debidamente identificada por la ONAT,  sin que lo sepa inmediatamente Seguridad del Estado?
Más rebatible resulta decir que  Cuba es el mejor país para tener hijos, cuando las cubanas no quieren parir en espera de que vengan tiempos mejores, lo cual  amenaza con convertirnos en un país de viejos.
Peor: aseguran que el mundo debía aprender y tomar ejemplo de la agricultura cubana  o que –y esto sí debía ocasionarles un patatús   por  desvergonzados-  el sistema judicial cubano, esa fábrica de presos y abusos, es un portento de  jurisprudencia, y las cárceles, que no dejan ver a los relatores de derechos humanos, paraísos de rehabilitación, son casi sanatorios.
Han llegado a decir algunos que cuando tratan de avizorar un país del futuro, a la medida de sus sueños, piensan en Cuba.  ¡Vaya  sueño!
Un futuro de mugre, escaseces, apagones, chivatos y mítines de repudio. Un país de bajareques, llega y pones y edificios en estática milagrosa…hasta un día…Paradas de ómnibus atestadas de gente mal vestida, con  peste a grajo, hambreada, frustrada en todos y cada uno de sus planes,  sin esperanzas.  Y con muchas ronchas y picazones: Cuba se ha convertido, a pesar de las fumigaciones con petróleo aguado y del insecticida Lomaté que fabrican los presos para la empresa PROVARI del MININT, en el reino de los mosquitos, las santanillas y los piojos.
Pero los camaradas solidarios siempre hallarán el lado positivo de lo que queda de la revolución: las escuelas y los hospitales, que siguen siendo gratis, aunque cada día den más grima.
Sedientos de democracia real, envidiarán la suerte de poder aplaudir como focas amaestradas en las reuniones de rendición de cuentas del Poder Popular, que ya se sabe nada resuelven, pero qué van a resolver si está el rollo del  bloqueo.
Hartos de la globalización capitalista, se regocijarán de vivir sin Internet –esa babélica confusión- ni libertades, pero también sin Publix, Mc Donalds,  Walmart o El Corte Inglés. Sólo vendutas y timbiriches. Sin lumínicos, sin comerciales de TV ni vallas publicitarias. Sólo las que exijan la libertad para Los Cinco, pregonen a los que no se han dado cuenta todavía que “vamos por el camino correcto”, o  expliquen que revolución es “cambiar todo lo que deba ser cambiado”…Aunque no cambie nada. O casi nada, que no es lo mismo, ay Silvio, pero es igual…
Qué pena que pasen tan poco tiempo en Cuba, que tengan que regresar al despiadado consumismo y no puedan compartir nuestra cochambrosa  dicha. Pero siempre tendrán  abiertas las puertas del futuro, es decir, las de Castrolandia.  Sólo tienen que reservar pasaje en el primer vuelo.
Aquí lo acogeremos radiantemente pobres, pero solidarios. Compartiremos el vértigo de viajar apretujados  en una guagua china, sorteando los baches, al atronador ritmo del reguetón, a toda máquina hacia el desastre… Será feliz en una barbacoa de Centro Habana o un albergue de Cambute. Nos regocijaremos con él por seguir siendo eternamente miserables. Lanzaremos nuestras esperanzas a una fogata de basura sin recoger en una noche de apagón. O con las luces estrictamente necesarias de los bombillos ahorradores de 45 watts. Así recuperará lo que le robó la sociedad de consumo: el encanto de la noche total y la camaradería de la horda.
Brindaremos por tanta maravilla con chispa de tren, masas de claria y picadillo de soya. Por otro mundo mejor…chin-chin….Como Cuba. El país del futuro.
luicino2012@gmail.com


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La Habana no aguanta mas

Entre derrumbes y demoliciones

 

| Por Odelín Alfonso Torna
LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -Hace apenas dos años, las autoridades cubanas iniciaron el “Proyecto Imagen”, anunciado como un trabajo mancomunado entre el Ministerio de la Construcción y vecinos con domicilios en las principales avenidas capitalinas, sobre todo en los municipios Habana Vieja, Centro Habana, Plaza de la Revolución y Diez de Octubre, los más visitados por los turistas extranjeros.
El proyecto consiste en reparar y pintar fachadas –el interior no es prioridad- de viviendas y edificios, mediante contratos que se ajusten a las necesidades y las posibilidades de pago de los moradores.
Sin embargo, muchos de estos retoques de fachadas llegan cuando el desplome de los viejos inmuebles habaneros es un hecho irreversible. Balcones y cubiertas apuntaladas que se aferran a las vigas de acero corroído, jardines que cuelgan de aleros y azoteas, convierten las aceras capitalinas en verdaderos corredores de la muerte.
Mientras el “Proyecto Imagen” marcha a paso de tortuga, con el omnipresente robo de materiales, la adulteración de pinturas, la falta de mano de obra y demás anomalías del socialismo cubano, otras brigadas del Ministerio de la Construcción y la Policía Nacional Revolucionaria irrumpen en La Habana para demoler edificios, algunos verdaderas joyas arquitectónicas con casi un siglo de existencia.
Algunos de estos inmuebles son declarados inhabitables, pero las personas desoyen el dictado, y prefieren vivir bajo el peligro de derrumbe antes que ser albergadas en cuarterías “provisionales”. Pero las autoridades parecen decididas a evitar nuevos escándalos por muertes en derrumbes de edificios inhabitables; ahora la tónica, pase lo que pase, es desalojar.
Tal es el caso del viejo edificio ubicado en la céntrica esquina de Monte y Cienfuegos, en la Habana Vieja, el cual sufrió, el pasado 2 de junio, un derrumbe parcial.
A cuatrocientos metros de este lugar, otro viejo inmueble se encuentra en proceso de demolición. El edificio, de unos 30 metros de altura, está ubicado en la calle San José, esquina Industria, municipio Centro Habana, frente a los restos del antiguo cine-teatro Campoamor, donde el pasado 25 de enero, un hombre falleció al desplomarse el ruinoso inmueble.
Fotos enviadas por el autor
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El plan de demoliciones también es perceptible en el municipio Plaza de la Revolución. Por ejemplo, en las avenidas Infanta y Ayestarán. En Ayestarán, entre Sitios y Peñalver, una brigada del MINCONS demuele un viejo edificio de apartamentos. A trescientos metros de Infanta y Salud, donde el pasado 17 de enero perecieron cuatro personas por el desplome de un edificio de tres pisos, otra edificación abandonada está en peligro de derrumbe. El edificio, levantado en la década de 1920, se filtra a chorros y las vigas de acero apenas pueden sostener sus paredes.
Mientras la Habana Vieja y Centro Habana no admiten retoques, el programa gubernamental de construcción de viviendas se estanca con la nueva variante de subsidios y créditos para la construcción por esfuerzos propios. Según la Oficina Nacional de Estadísticas, en 2011 se fabricaron 32 mil 540 viviendas, 78 mil 833 menos que en 2006.
El estado del parque habitacional en Cuba será monitoreado con la realización, en septiembre de este año, del Censo de Población y Viviendas. El último censo, realizado en 2002, registró 3.534.327 viviendas, de las cuales 99,8 por ciento fueron concebidas para ese fin. Sin embargo, la propia Oficina registra más de 6 mil ciudadelas y cuarterías en la capital, así como 46 asentamientos o comunidades de tránsito.
El Proyecto Imagen es solo eso: un proyecto para mejorar la imagen de la revolución. Ni roza el problema de fondo, la enorme crisis habitacional que padece nuestro país y que afecta a millones de cubanos después de más de medio siglo de una revolución que nos prometiera viviendas dignas para todos.
odelinalfonso@yahoo.com


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La palabra de orden en Cuba: Corrupción



Corrupción en la cúspide del Poder Popular

 

| Por Carlos Ríos Otero
 
LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -Por primera vez, la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba hace honor a su apellido. Se ha hecho popular a partir de un rumor sobre comportamiento corrupto que pesa sobre Miguel Álvarez, el ayudante principal del Presidente de esa institución, Ricardo Alarcón. Las especulaciones al respecto están ascendiendo a los primeros lugares del hit parade de los cubanos a nivel de la calle.
Que Miguel Álvarez y su esposa usaban su influencia para realizar negocios  turbios con ejecutivos mexicanos, es un secreto a voces a nivel de pasillo en el Parlamento.
Sin embargo, aún las autoridades no han emitido una nota oficial sobre la pifia de estos dos ex agentes de la Dirección General de Inteligencia (DGI). Así que, como de costumbre, a falta de información oficial los rumores aumentan, mientras los dos inculpados han salido por sus pies del edificio legislativo.
El asunto anda ya en  boca de la llamada “Bolsa de Tulipán”, que se nutre de los comentarios  de los funcionarios (y sus familiares) de los organismos centrales del Estado. Es esta una comunidad que habita en el kilómetro cuadrado de instalaciones particulares que están ubicadas en los predios del Palacio de la Revolución.
Allí se enclavan algunos de los inmuebles habitados por jerarcas civiles y oficiales de las Fuerzas Armadas y del Ministerio del Interior. Razón por la cual resulta una sustancial fuente de rumores, mediante la cual trasciende a la calle lo que está sucediendo y lo que se cocina en las altas esferas de la nomenclatura, incluso en lo referido a la vida de funcionarios de la cleptocracia castrista.
Además de los negocios mexicanos de los dos ex agentes de la DGI miembros de  la Asamblea Nacional, se rumora que desviaron dólares del fondo del Parlamento para sufragar los gastos de la red Avispa, destinándolos a los familiares de los llamados Cinco Héroes, así como para hacer proselitismo político y para pagarle a los abogados de los espías en Estados Unidos.
Se comenta, además, que Alarcón, miembro del Buró Político, debía saber de los excesivos gastos “injustificables” que realizaban los Álvarez. Pero algunos esperan que le sea tirada la toalla al Presidente para evitar otro de los ya frecuentes escándalos de corrupción , justo por su alto cargo; mientras otros aducen que ya no puede salvarlo ni el médico chino, y que le queda menos al frente de la Asamblea Nacional que a un merengue en la puerta de una escuela, ya que, para su mayor fatalidad, es vox pupuli que no cuenta con la simpatía de Raúl Castro.
El silencio oficial ha originado que los diputados realicen apuestas en torno a la posibilidad de que a Ricardo Alarcón le quede sólo “la Novena”, en alusión a la Novena Sesión Ordinaria de la Séptima Legislatura, a celebrarse en el próximo mes de julio.
No obstante, en dicha sesión, se debe nombrar la Comisión Electoral Nacional. Y podría ocurrir que Alarcón se salve por la coyuntura de la farsa electoral hacia la Octava Legislatura. Pues este viejo político es considerado un experto de la manipulación electoral, y Raúl Castro necesita ser reelegido con aparente  “transparencia y credibilidad”, sobre todo ante la opinión pública internacional.
Otro supuesto atinado es que Alarcón pueda finalizar la Séptima Legislatura, para no evidenciar aun más que hay un ambiente de corrupción dentro del Buró Político, órgano que funge como el comando supremo de la revolución.
De momento, las apuestas sobre el fututo de Alarcón continúan en los predios de la “Bolsa de Tulipán”, entre tragos de ron Havana Club con Tukola, juegos de dominó, chicharrones de cerdo y tamales.
cubano2000cisd@yahoo.es



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Continua la estampida del "Paraiso Comunista"

Baloncesto: Puerto Rico

Escapan cinco jugadores cubanos del Centrobasket

Sus nombres son Enrique Ramos, Leonel Batista, Ismael Romero, Juan Pablo Piñeiro y Yudniel Pérez.
Cinco jugadores del equipo nacional de baloncesto se fugaron esta madrugada en Puerto Rico y se desconoce su paradero, informó el diario boricua El Nuevo Día.
Alberto García, director deportivo de FIBA Américas, confirmó que Enrique Ramos, Leonel Batista, Ismael Romero, Juan Pablo Piñeiro y Yudniel Pérez escaparon hoy temprano.
La información fue suministrada por el presidente de la Federación Cubana de Baloncesto, Ruperto Herrera.
"No tenemos información más allá de la que ya circula por los medios. Ellos (los cubanos) jugaron su juego ayer (ante Bahamas). Después de terminado el juego se fueron a su hotel. Hoy se descubrió que cinco jugadores no estaban", expresó García, según el periódico.
El director deportivo explicó que el quinteto masculino no tenía ningún tipo de seguridad especial, más allá de la que le brinda la Policía de Puerto Rico y la seguridad privada.
García añadió que el torneo seguiría como estaba planificado. La selección cubana debía jugar este martes contra Nicaragua.
"Nosotros no esperábamos este tipo de situación. Aquí estuvo el equipo femenino de Cuba, jugando en el Centrobasket, y no pasó nada", expresó.
Cuba jugó anoche en el torneo Centrobasket contra Las Bahamas. Los cubanos perdieron 81-66. El evento se celebra en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot.


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lunes, 18 de junio de 2012

China y Rusia, naciones irresponsables

Por Dr. Darsi Ferret
La Habana, Cuba. 18 de junio de 2012.

El repetido uso del derecho a veto de Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la ONU impide una enérgica acción de la comunidad internacional para el caso de Siria. Allí la matanza es tan abierta y brutal que esta actitud parece una insolente componenda de mezquinos intereses con la dictadura de ese país. Los civiles muertos, desplazados y refugiados en la nación árabe suman más de 300 mil. Las unidades del ejército, las fuerzas de la policía política y las milicias o tropas paramilitares están masacrando abiertamente a poblaciones indefensas, con fuego de armas pesadas o pasándolas a cuchillo. ¿Qué argumento puede ser válido para no detener la masacre?
China insiste en una solución política cuando la escalada de violencia del régimen se incrementa por día, precisamente eludiendo el arreglo pacífico al que hipócritamente se comprometieron mediante la aceptación del Plan de Paz del enviado especial de la ONU y La Liga Árabe, Kofi Annan, e imponiendo a sangre y fuego un régimen que ha caducado con los aires de libertad de la Primavera Árabe. Por su parte Rusia se empeña en la posibilidad de un arreglo sin injerencia extranjera cuando está claro que Bashar Al Assad y su grupo de poder eso es lo que pretenden para poner en casa el orden de los cuarteles y el cementerio. A estas alturas de violenta mortandad, las dos visiones ofrecidas como solución del problema dejan cada vez más a las claras el amargo sabor y el deslinde brutal de una complicidad con la dictadura siria.
Los argumentos en contra de la intervención de la comunidad internacional en el conflicto se tornan cada vez menos sostenibles precisamente por la posición global que aspiran para sí ambos emisores. Rusia y China disfrutan de privilegios en el Consejo de Seguridad que no merecen, ni por su peso geopolítico ni por su repetida falta de responsabilidad en los asuntos internacionales. Todavía está fresca la obcecada abstención de ambas naciones en el Consejo de Seguridad a la hora de decidir la adopción de una zona de exclusión aérea para actuar en Libia, mientras el régimen de Gadafi asaltaba a la mayoría de la población del país sumada a la rebeldía frente a su despótico régimen de más de cuarenta años. De haberse actuado más rápido en ese conflicto, como estaba dispuesta la comunidad democrática responsable, se habría impedido una vasta destrucción nacional, así como la pérdida de la vida de muchos ciudadanos libios.
Sin embargo, lo peor del irresponsable y egoísta uso del poder de veto es que después tanto Rusia como China, a las que se les brinda un estatus de supuestas grandes potencias, no asumen sus responsabilidades con las consecuencias de sus actos y quedan al descubierto intereses de pedestre atalaje, como la venta de helicópteros militares rusos y otros tipos de armamentos a Al Assad, precisamente cuando la escalada de violencia indica que su régimen está dispuesto a utilizarlos contra su mismo pueblo. Y claro, no puede quedar sin mencionar la base de escucha de inteligencia, lo más probable para espiar a Israel, que aún conserva la nación euroasiática en el territorio sirio. Como resultado de formar parte de las naciones del bando vencedor de la contienda de la Segunda Guerra Mundial, China y Rusia fueron premiadas con un poder supremo de decisión en los asuntos internacionales que ya les queda grande, fruto de una decisión y situación política internacional que ha cambiado radicalmente desde el fin de aquel conflicto global, hace ya más de 60 años.
El orden democrático que con avances lentos y firmes se impone como mayoritario método de gobierno mundial supera los totalitarismos y secuelas coloniales, y deja atrás los parámetros de conducta internacional prohijados por la Guerra Fría. En este nuevo contexto, hace tiempo que China no es una república en vías de establecer una democracia, como parecía en 1945, sino un modelo de despotismo asiático unipartidista. Rusia, desaparecido el antiguo engendro soviético, aún continúa arrastrando un aura imperial zarista, con su estructura económica de país subdesarrollado y las limitaciones de un desvaído capitalismo de Estado y el concepto de traspaso de poder en círculos muy estrechos al estilo de una república bananera. Ninguna de estas dos naciones constituye ejemplo de sólido progreso económico y social, donde prime el Estado de Derecho y el espíritu de integración global. ¿Por qué se persiste en concederles el beneplácito de un voto determinante en los asuntos mundiales?
Es prácticamente nula la colaboración civil y económica de ambos países para coadyuvar al desarrollo democrático y a la moderna prosperidad de la región del Medio Oriente con la ola libertaria que está derribando en la región primitivas satrapías heredadas. Sin embargo, gozan del privilegio de veto, que impide una solución inmediata de los desafueros de las dictaduras en peligro a la vez que no cargan con las costosas consecuencias de sus decisiones. Son interventores irresponsables de acuerdo a la posición geopolítica de grandes potencias que pretenden asumir. Lo peligroso de este actuar es que intentarán jugar el mismo rol en futuras acciones populares que se esfuercen en cambiar pacíficamente a los gobiernos opresores. Impiden soluciones y luego se lavan las manos y se desentienden, como sucedió con la destructiva guerra que sostuvo Moscú durante años contra Afganistán. ¿Qué imaginan que puede ocurrir con la creciente violencia en el país árabe?
El conflicto en Siria crece en proporciones y pronto será una guerra civil en toda línea que podrá fácilmente sobrepasar las fronteras y arrastrar en la violencia a los países colindantes. La resistencia a la brutalidad estatal va en ascenso como comprensible respuesta al genocidio. El pueblo sirio ha expresado claramente que se pronuncia porque se acabe el régimen dinástico asadita. El derecho internacional y la más elemental sensatez y decencia no pueden aceptar los desaliñados argumentos de “soberanía” y “no injerencia en los asuntos internos” cuando esto significa una patente de corso para matar al soberano, que es el pueblo, manifestando en protestas pacíficas y multitudinarias su clamor por una transición sin derramamientos de sangre. La tolerancia inducida hacia el ya demostrado ilegitimo régimen aborta la oportunidad de encontrar una solución civil y ordenada, al provocar el desplazo de los actores de la resistencia pacífica de la dirección del cambio, sustituidos por militares rebeldes. Esto agrava aún más los posibles efectos de la confrontación.
Hay otros candidatos que pueden utilizar ese poder de veto en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU de manera más justa y ponderada. Por ejemplo, Alemania y Japón, las dos grandes derrotadas del conflicto bélico de hace casi setenta años. Ambas naciones son más representativas del espíritu globalizador que ahora guía el mundo. No sólo son grandes potencias por su desarrollo económico, sino por su pujante ejercicio democrático, su respeto y cumplimiento de los Derechos Humanos, los compromisos internacionales y una enorme responsabilidad e influencia global.
En el escenario internacional, los regímenes despóticos que aún quedan están muy atentos a estas señales. Y ante los reclamos populares que les puedan tocar se disponen a aplicar la misma rampante mano dura que Siria con su pueblo. Las dictaduras aprenden unas de otras, y de la misma manera que el régimen de Bashar Al Assad sacó lecciones útiles del error táctico del defenestrado Gadafi al atacar a su propio pueblo con la aviación militar, precipitando la intervención internacional, el régimen cubano está observando atentamente lo que se le permite de tropelías a este caduco régimen del Medio Oriente. Su histérica defensa de la no intervención internacional en Siria está motivada menos por solidaridad retrógrada con China y Rusia que por intereses de rampante supervivencia.
El fin del suministro indiscriminado del vital combustible deja cada vez más claro lo que sobrevendrá en Cuba a la muerte de Chávez, con su sustituto o con el triunfo de la oposición en Venezuela. Y con taimada sospecha, la única dictadura militar en el continente sabe que la crisis que anunciada no sólo tendrá clamores y protestas populares. La segunda generación de déspotas que espera su turno para seguir explotando al pueblo cubano perderá toda la poca confianza que le guardan a la vieja pandilla en el poder para garantizarles el traspaso de las gastadas riendas.
Por lo menos para paliarle el costo de un rechazo popular abierto a la dictadura castrista en el marco internacional, lo que pudiera representar la defenestración de la vieja y de la aspirante clase política, el arcaico régimen cuenta con Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la ONU. Espera que sus dos antiguos compinches, otra vez dando muestras de su estrecho criterio de solución de los conflictos globales, que gira en torno a tratar de impedir la influencia de Estados Unidos y Occidente en la consolidación del modelo democrático, la protejan de una intervención humanitaria mientras aplica el componte criollo de los desmanes que se prepara para llevar a efecto. Los reclamos populares así como la muy probable lucha interna entre las diversas facciones del poder, los querrá ahogar con brutal represión y el uso indiscriminado de grupos paramilitares que, al igual que en Siria, ya han ido lanzando a las calles para que se entrenen en aterrorizar a la población.
Si la comunidad internacional continúa impasible, permitiendo la irresponsabilidad y los egoístas intereses de Rusia y China, que estimulan la masacre en Siria, ¿qué podrán esperar los cubanos cuando les toque expresar sus deseos de cambios? En bien de la Humanidad, nada de tolerancia ni política de apaciguamiento, la intervención humanitaria siempre estará justificada ante hechos de genocidios.
 
 
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El trayecto a la verdadera independencia


Tras medio siglo de peregrinaje por el rumbo totalitario, Cuba se va acercando justo a lo que más detesta y pretendió evitar el régimen militar: una relación económica, política, social y cultural cada vez más estrecha con Estados Unidos. No por vía oficial, sino a través de redes creadas mediante relaciones tejidas por el interés familiar y humano. Situación que representa el paso fundamental hacia el fracaso conclusivo de todo un destino fabricado para un país.
Las fronteras de la Cuba del futuro ya se han ampliado exitosamente hacia la vecina nación que ostenta la mayor prosperidad de la economía de mercado en el mundo. Era lo natural, y se impuso a la larga. Sin embargo, no debió ocurrir de manera dramática sino guiada por una suave y lenta amalgama de intereses comunes, con avances y retrocesos, bajo gobiernos democráticos. Lamentablemente, se estableció por la vía del sufrimiento y del trauma nacional, aún en el campo minado de un proceso de desmontaje de la civilización.
¡Irónico final! El régimen ha envejecido con creciente rigor mortis, cubierto por las pústulas de su fracaso como un mal encavado retrato de Dorian Gray. Este resultado es el mismo que se intentó soslayar a fuerza de soberbia, crueldad y despilfarro. La anciana dictadura aún no se ha extinguido, pero ya nadie cree en sus gastados paradigmas de soberanía e independencia. Lentamente, impulsada por las mismas fuerzas de la globalización que están cambiando al resto del mundo, la nación empieza el retorno del aberrante desvío impuesto por un grupo y secundada en diversas etapas por buena parte del pueblo en actual servidumbre. Es la clara derrota de todo ese delirio inasible denominado Revolución.
La absurda naturaleza de su proyecto va marcando cada vez más el derrumbe del régimen totalitario. Esta impresión la justifica el mero y vergonzoso hecho de que parasita las remesas que envía el exilio y su metástasis en Venezuela. Además, mediante el secuestro de la soberanía popular, y representándose a sí mismo como la nación, deja en evidencia tres hechos: que ciertamente no representa la verdadera voluntad y ruta que desea la sociedad en el presente; que al soberano, el pueblo, aplastado por el brutal sojuzgamiento y la miseria creciente, se le obliga a comportarse como un niño incapaz de reclamar lo que quiere; y que existe una dependencia total de sojuzgadores y oprimidos por fuentes externas de sustentación.
Quizás esta sea la más antigua razón que influye en el curso de la deriva nacional. Cuba nunca ha sido mayor de edad, o al menos, nunca ha llegado a crecer del todo, a sostenerse con sus propios pies y asumir sus defectos e intentar subsanarlos por esfuerzo genuino. La causa es la responsabilidad soslayada. Primero, por el férreo tutelaje español, luego por el atractivo modelo de crecimiento económico que trajo el apadrinamiento norteamericano (una etapa donde también se dieron los primeros pasos de soberanía, aunque por las consecuencias, no resultaron suficientes) y finalmente la larga etapa de servidumbre castrista. En todas estas fases, con la salvedad del próspero periodo con Norteamérica, la dependencia externa resultó pesarosa y lastrante. En la primera, por la explotación de las riquezas y la imposición de un régimen colonial caduco. En la última, porque la dictadura es totalitaria, explotadora y siempre se ha buscado un aliado que le sufrague su inoperancia, mas sólo por estar interesada en su supervivencia, dejando cada vez más en el abandono al pueblo que oprime.
El actual escenario es el de la más frágil dependencia externa de la nación, con mostrada incapacidad de gobernar, y no de sojuzgar, de la tiranía militar. Y en este contexto es peor porque el régimen cubano quedó varado en las reglas que funcionaban dentro de la guerra fría. Por ese motivo, de alguna manera imprevisible, será sustituido por un nuevo orden más realista. Mas, quizás también dejará como posible alternativa que el pueblo del archipiélago, menor de edad por demasiado tiempo, por inercia histórica pueda sentirse compulsado a arrimarse bajo la sombra de otra guía paternal. Sin embargo, de elegirse esa tendencia, la sociedad cubana repetiría la fórmula equivocada.
¿No será hora de considerar que para la nación llegó el momento de enfrentar los riesgos y venturas derivados de sus errores y de su propio valladar? ¿Se debe seguir pensando en Cuba como el niño incapaz de crecer, esperando que alguien le resuelva sus problemas? ¿No habría que romper el ciclo de tutelaje histórico de colonia española, apadrinado norteamericano y siervo sumiso de los Castro? ¿Acaso todo el trascurrir nacional hasta el presente forjó una idiosincrasia fijada a factores externos para la supervivencia?
Hace medio siglo este período castrista supuso para amplios sectores sociales una etapa de verdadera independencia. Hoy, en la miseria e involución se comprueba lo perjudicial que fue montarse a caballo en una utopía populista y nacionalista, liderada por los deseos y absurdos personales de un narcisista de manicomio, cuyo germen fraguara en la parte oscura del consciente nacional, incluso antes de que el dictador pudiera comenzar a hacer daño.
Pero justamente debido a esa amarga experiencia los planes de reconstrucción de la futura Cuba no se deberían elaborar fuera de la frontera nacional. Hay que asumir con firmeza que no existen utopías buenas ni malas, ni ingenierías sociales que al intentar aplicarlas dejen de ser nefastas. Y de ser impuestas, más a la corta que a la larga, siempre traen distorsiones terribles.
Recuérdese cómo al sustraer del cauce republicano y democrático a las naciones y etnias de la ex Yugoslavia para enfrentar sus naturales contradicciones y necesidades de ajuste produjo un error de origen. Primero por los rezagos institucionales que dejaron el repentino final del decadente imperio austrohúngaro y la disfuncionalidad institucional de los reinos absolutistas balcánicos. Luego, con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, al sojuzgar la represión totalitaria la libre manifestación de los latentes resentimientos.
Para cuando a principios de los años 90 del pasado siglo llegó el fin del control comunista en toda la forzada unión nacional, inesperadamente toda la región se volvió un infierno. Entonces, en medio de la culta y civilizada Europa, que seguro se imaginaba a sí misma de vuelta de todas las barbaries, se fue testigo de lo que puede ocurrir a toda una vasta área cuando se le obliga a ocultar sus realidades y a no enfrentar sus problemas con democracia y libertad. Al iniciarse la terrible guerra de Bosnia-Herzegovina y la llamada “limpieza étnica” que trajo tantas víctimas, se desató un odio reprimido tan grande y cruel que aún hoy, casi veinte años después, continúa siendo fuente de crudos resentimientos y violencia. Ruanda y Burundi fueron otros casos cercanos y pavorosos.
Hay necesidad de analizar estos hechos contemporáneos y sacar lecciones. Seguro que se necesitará ayuda. ¿Qué otra cosa podría esperar un país como Cuba devastado por la miseria? Sin embargo, urge potenciar las vías para que el pueblo cubano sea quién decida desde su propio territorio qué va a hacer con su país. Si de verdad se es consecuente con los principios de la libertad, hay que renunciar al tutelaje y confiar en la sociedad, por muy embrutecida y desconocedora del mundo moderno que parezca. Las contradicciones acumuladas, reprimidas por decreto, se quedaron detenidas en su evolución en el año 1959. Van a salir a flote de nuevo y habrá que lidiar con ellas. Eso no lo va a evitar ningún plan de desarrollo por apadrinamiento.
La lenta y armónica solución de los problemas latentes de la nación no excluyen a ningún nacional en ninguna parte del mundo. Cuba debe enfrentar sus desafíos afrontándolos con su propio pie. Esa es la dolorosa, pero necesaria clave para el saneamiento de toda la huella que ha dejado una historia nunca asumida con la verdad como guía. No hay trillos ni atajos, y debe servir de algo entenderlo en ambas orillas.
Por fortuna, los tiempos que corren son de una importante transición mundial de un estadio de civilización a otro superior. Pese a clamores apocalípticos de todo tipo, la Humanidad se conduce a fases de desarrollo y de vida mucho más positivas que el de la Era Industrial que ya comienza a diluirse lentamente. Esta transición en algunos casos provoca sufrimientos, y muchas veces inevitables trastornos y hasta tragedias que solo el tiempo podrá curar. Pero es una marcha inevitable, y cada vez  más acelerada, hacia la nueva Era de la Información.
A Cuba le corresponde el privilegio geográfico de estar a solo 90 millas del motor impulsor de toda esa dinámica global. El reprimido interés de sus hijos isleños por incorporarse de lleno y sacar beneficios de esta ola de modernidad es tan grande que permitirá quemar etapas económicas que en otra época, de arribar la libertad, hubiese tomado mucho más tiempo, con sus correspondientes mayores insatisfacciones e injusticias. Sin embargo, no se puede pecar de ingenuos. También los cambios traerán altibajos, algunos indeseables. No debe olvidarse la deformación sufrida en el ejercicio real de conceptos como país, o libre y soberano.
No obstante, a pesar de todo lo que pueda ocurrir, será necesario no recurrir a padrinazgos externos, a menos que la realidad nacional se transforme en otra Bosnia o Ruanda, Dios no lo permita. Lo más saludable, aunque duro de emprender, será forzarse a confiar en el ejercicio del libre albedrío y reorganización desde el interior de la nueva nación. Quizá como Grecia y otros países en estos momentos, la Cuba futura deba aprender dolorosamente que están desapareciendo las posibilidades de sustentación del desgastado modelo de Estado Benefactor en el que ha vivido adormecida por décadas. Solo considerando ese aspecto, se podrá imaginar las dificultades que sobrevendrán. Aunque habrá oportunidad de aprenderlo pacientemente, porque toda nación ha tenido el mismo desafío. Ese es el verdadero significado de independencia y soberanía.


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domingo, 17 de junio de 2012

¡Felicidades Papá!

Un día como hoy, 17 de junio del 2012, se celebra el día del Padre. En esta bonita jornada se acostumbra a la reunión familiar, junto a los hijos, nietos, etc.y dar gracias a Dios, por los padres que tenemos y glorificar a los que no están con nosotros.
Por desgracia, para  los cubanos, esto no ha podido ser así, teniendo en cuenta que existe en la isla un régimen comunista, que por mas de 50 anos ha dividido a la familia, y que hay mas de 2 millones de cubanos viviendo en la diáspora.
Existe otra porción de ciudadanos, dentro de la mayor de las Antillas, que viven en condiciones infrahumanas en las ergástulas cubanas, me refiero a los presos políticos y a los miembros de le resistencia interna, que día a día sufren el acoso de la Seguridad de Estado.
Para ellos, y muchos de los que nos encontramos fuera del país, no habrá este día del padre. Pero tenemos la convicción de que muy pronto volveremos a una Cuba libre y soberana, gracias al esfuerzo y sacrificio de los que hoy están presos y de los que luchan dentro de la Isla.


 En el día del Padre:

Felicidades para los presos políticos cubanos!

Felicidades para esos hombres que luchan a brazo partido en contra de esa dictadura!



Les desea: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"