sábado, 28 de abril de 2012

Y la otra Cuba... ¿qué?


| Por Alberto Méndez Castelló
PUERTO PADRE, Cuba, abril, www.cubanet.org) – ¡Increíble!   De buenas a primeras, presidentes democráticamente electos quieren tener al lado a una gerontocracia que, luego de más de medio siglo en el poder cometiendo toda suerte de errores políticos, económicos y sociales, todavía no da paso a las nuevas generaciones.
“Juan Manuel Santos calificó tal política como anacrónica”, dijo Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, a propósito de la interpretación dada por el presidente colombiano a la negativa de Canadá y Estados Unidos de aceptar la presencia de la isla en la Cumbre de las Américas de Cartagena, conforme la premisa de esas reuniones: solo podrán asistir gobiernos democráticamente electos.
Un anacronismo es algo no conforme con las costumbres de una época.
Y vean qué curiosidad: dos días después de que el presidente de Colombia juzgara de anacrónica la política de Washington hacia Cuba,  en La Habana se  preguntaban:
“¿Cómo hacer que las nuevas generaciones, un grupo protagónico e imprescindible en un avance de una sociedad, se conecten de manera proactiva con quienes tienen la experiencia acumulada, de manera que se complemente la sabiduría con el empuje, la frescura y la creatividad?”
Observen: “de manera proactiva”.
A tiempo de esa interrogante, el propio diario Juventud Rebelde,  periódico fundado por el Dr. Castro Ruz hará nada menos que 47 años el próximo octubre, se refería  a un encuentro para buscar las mejores formas “de encausar un diálogo de generaciones que garanticen la nueva posibilidad de la reducción  y la expansión de sus mejores ideales”, según una reseña del martes 17 de abril.
Luego, si quienes llevan las riendas de Cuba por más de medio siglo no han tenido voluntad política para dialogar con los jóvenes y, sobre la base del mérito y las condiciones personales, de promoverlos a cargos decisorios -como reconoció el mismo General  Castro Ruz en el 6to. Congreso de los Comunistas-, no es ocioso preguntarse:
En caso de ser admitido en la Cumbre de las Américas sin recurrir a sofismas ni eufemismos, qué respondería el gobernante cubano si le preguntaran:
-General, ¿los cubanos pueden entrar y salir de la isla sin restricciones, o todavía en Cuba se discute el apartado 2 del artículo 13 de los Derechos Humanos Universales?
- Sr. Presidente, ¿un cubano que no piense igual a su gobierno ya puede poseer, por ejemplo,  una vieja escopeta  para ir de caza, o todavía hay que pensar y actuar conforme al gobierno para lograrlo?
- General,  ¿ya le está permitido a cualquier cubano poseer al menos un bote de remos para ir de pesca, o todavía es imprescindible ser un incondicional del gobierno para hacerse a la mar?
- Dígame, General, con toda esa tierra improductiva que hay en Cuba,  ¿es obligatorio, y en contravención del Apartado 2 del Artículo 20 de los Derechos Humanos Universales, afiliarse a una organización gubernamental para un cubano conseguir al menos un terrenito de los que el gobierno está otorgando en usufructo?
Si le formularan solo esas cuatro preguntas al Presidente del Consejo de Estado y de Ministros de Cuba (la categoría de República tiene demasiada longitud para las respuestas que se verá obligado a dar el señor presidente) se estarían retirando los anacronismo más brutales de que se tenga noticia en este país.
Quizás ellos sean equiparables al genocidio cometido contra la población aborigen y la africana, sometida a la esclavitud, si para tal analogía tenemos en cuenta el hecho innegable de que se está privando a los cubanos por motivos políticos de los quehaceres humanos más ancestrales: cazar, pescar y cultivar la tierra.
En Cuba no hay carne, ni leche; el arroz y los frijoles son escasos y caros y un par de zapatos de mediana calidad suelen costar más que el salario promedio mensual, pero esto no hizo sonrojarse a un octogenario doctor cuando en el encuentro de marras a que se refería el periódico Juventud Rebelde “señaló que objetivos esenciales de ese diálogo serían salvar la humanidad de la destrucción, (…)”
¡Vieron ustedes qué maravilla! ¡Con su propio país destruido, y hablar de salvar la humanidad de la destrucción!
A Cuba vienen personas de Chile, de El Salvador, de Honduras, de Colombia. Ellos, a diferencia de los cubanos, continúan entrando y  saliendo de la isla. A Yoani Sánchez y a otros jóvenes cubanos les gustaría sentarse a conversar con jóvenes brasileños o estadounidenses de la misma forma que esas jóvenes comunistas chilenas vinieron recientemente a intercambiar con los comunistas cubanos.  O del mismo modo que el gobierno cubano envía a sus embajadores políticos y culturales a Estados Unidos.
Que alrededor del socialismo del presidente  Hugo Chávez hay delirio y oportunismo, ¿quién lo duda?   ¿Pero del estalinismo cubano? ¿Será que presidentes como el colombiano Santos cogieron miedo? ¿Acaso será que se dijeron: “Es mejor tenerlo sentado al lado que levantado por todos lados”?
Sí, porque los señores presidentes pueden haberse dicho: “Si ya nos llenaron la selva de guerrilleros, este es un buen momento para desbordarnos las calles de manifestantes”.
¿Y los cubanos? ¿Qué les importamos los cubanos a los presidentes latinoamericanos y caribeños o incluso al mismo Benedicto XVI? Desde el Papa hasta el presidente de México estuvieron en Cuba recientemente.  Pero ninguno de ellos se entrevistó, tendió la mano o intercambió una palabra con los que sufren en la otra Cuba.


Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"

El amor todo lo espera... de ustedes también



Carta abierta a la Conferencia de Obispos Católicos: ¿Cuál fue el punto, queridos obispos, en que algunos líderes y voceros de la jerarquía católica extraviaron el sendero?
En el Cuatrocientos Aniversario de la Patrona de Cuba.
Queridos obispos cubanos, a ustedes y a los miles de sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas y laicos católicos, dirigimos este mensaje, en este Cuatrocientos Aniversario de la aparición de la imagen de la Santa Patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad:
La sociedad y la Iglesia Católica cubana viven un momento de definiciones cruciales en su relación centenaria. Ante ambas se abren caminos que pueden recorrerse juntos, o bifurcarse si cualquiera de las dos extravía el rumbo.
Las claves para tomar el mejor sendero siguen siendo las contenidas en el mensaje El amor todo lo espera que emitieran Uds. mismos en septiembre de 1993. Aquel histórico documento, que mantiene plena vigencia a casi dos décadas de haberse hecho público, se expresaba en términos que parecen retratar lo que hoy todavía vivimos:
La gravedad de la situación económica de Cuba tiene también implicaciones políticas, pues lo político y lo económico están en estrecha relación.
Nos parece que, en la vida del país junto a ciertos cambios económicos que comienzan a ponerse en práctica, deberían erradicarse algunas políticas irritantes, lo cual produciría un alivio indiscutible y una fuente de esperanza en el alma nacional:
l. El carácter excluyente y omnipresente de la ideología oficial, que conlleva la identificación de términos que no pueden ser unívocos, tales como: Patria y socialismo, Estado y Gobierno, autoridad y poder, legalidad y moralidad, cubano y revolucionario. Este papel, centralista y abarcador de la ideología produce una sensación de cansancio ante las repetidas orientaciones y consignas.
2. Las limitaciones impuestas, no sólo al ejercicio de ciertas libertades, lo cual podría ser admisible coyunturalmente, sino a la libertad misma. Un cambio sustancial de esta actitud garantizaría, entre otras cosas, la administración de una justicia independiente lo cual nos encaminaría, sobre bases estables, hacia la consolidación de un estado de pleno derecho.
3. El excesivo control de los Órganos de Seguridad del Estado que llega a veces, incluso, hasta la vida estrictamente privada de las personas. Así se explica ese miedo que no se sabe bien a qué cosa es, pero se siente, como inducido bajo un velo de inasibilidad.
4. El alto número de prisioneros por acciones que podrían despenalizarse unas y reconsiderarse otras, de modo que se pusiera en libertad a muchos que cumplen condenas por motivos económicos, políticos u otros similares.
5. La discriminación por razón de ideas filosóficas, políticas o de credo religioso, cuya efectiva eliminación favorecería la participación de todos los cubanos sin distinción en la vida del país.
Y como lo expresó nuestro Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC): «La Iglesia Católica en Cuba ha hecho una clara opción por la seriedad y la serenidad en el tratamiento de las cuestiones, por el diálogo directo y franco con las autoridades de la nación, por el no empleo de las declaraciones que puedan servir a la propaganda en uno u otro sentido y por mantener una doble y exigente fidelidad: a la Iglesia y a la Patria. A esto se debe, en parte, el silencio, que ciertamente no ha sido total, de la Iglesia, tanto en Cuba como de cara al Continente, en estos últimos 25 años. Los Obispos de Cuba, conscientes de vivir una etapa histórica de singular trascendencia, han ejercido su sagrado magisterio con el tacto y la delicadeza que requería la situación» (Nos. 129 y 168b), pero un sano realismo implica la aceptación de dejarnos interpelar a nosotros mismos, lo cual puede no gustar, pero puede, también, llevarnos a las raíces de los problemas a fin de aliviar la situación de nuestro pueblo.
Queridos obispos cubanos:
Fueron ustedes los que acertadamente nos recordaron que el camino a seguir era el diálogo entre cubanos y definieron con claridad el tipo de interlocución que se requería cuando afirmaron:
Un diálogo con interlocutores responsables y libres y no con quienes antes de hablar ya sabemos lo que van a decir y, antes de que uno termine, ya tienen elaborada la respuesta, de los que uno a veces sospecha que piensan igual que nosotros, pero no son sinceros o no se sienten autorizados para serio.
Después de casi seis años de haber sido sustituido por enfermedad el que fuera jefe del Estado por casi cuarenta y siete años, las expectativas de reformas estructurales y de concepto que fueron prometidas, distan mucho de estar a la altura de la crisis que enfrenta hoy la sociedad. Ésta —y al parecer la propia Iglesia— se escinde entre aquellos que creen que todo llegará a su hora, fruto de la paciencia, y los que, agobiados por la creciente pobreza y la permanente falta de libertades básicas, han emprendido el camino de la protesta e incluso de la resistencia. A este grupo no se le ha respondido con un diálogo respetuoso, no se han escuchado sus inquietudes y propuestas, sino que se le ha acallado con una creciente ola de represalias policiales. Sin embargo, como ustedes bien proclamaron en 1993: Con la fuerza se puede ganar a un adversario, pero se pierde un amigo, y es mejor un amigo al lado que un adversario en el suelo.
La ausencia hoy de un diálogo nacional abierto, incluyente y sin otra cortapisa que la civilidad, nos arrastra al abismo de un nuevo ciclo de exclusión, de violencia nacional como opción desesperada para imponer un futuro que ya vendría nuevamente marcado por el odio. Como ustedes sabiamente indicaron el odio no es una fuerza constructiva.
Es sabido que al diálogo siempre se opondrán los que se benefician del actual estado de cosas. Ustedes lo dijeron valientemente hace casi dos décadas:
Sabemos bien que no faltan, dentro y fuera de Cuba, quienes se niegan al diálogo porque el resentimiento acumulado es muy grande o por no ceder en el orgullo de sus posiciones o, también, porque son usufructuarios de esta situación nuestra, pero pensamos que rechazar el diálogo es perder el derecho a expresar la propia opinión y aceptar el diálogo es una posibilidad de contribuir a la comprensión entre todos los cubanos para construir un futuro digno y pacífico.
Pero en 1993 ustedes dijeron mucho más:
Hacemos un apremiante llamado a nuestro pueblo para que no sucumba a la peligrosa tentación de la violencia que podría generar males mayores.
Y agregaron con prístina clarividencia:
Pero es necesario también que nos preguntemos serenamente en qué medida la intolerancia, la vigilancia habitual, la represión, van acumulando una reserva de sentimientos de agresividad en el ánimo de mucha gente, dispuesta a saltar al menor estímulo exterior. Con más medidas punitivas no se va a lograr otra cosa que aumentar el número de los transgresores, esto lo saben muy bien los padres de familia. Es muy discutible el valor del castigo para humanizar, sobre todo cuando este rigor se ejerce en el ámbito de la simple expresión de las convicciones políticas de los ciudadanos. Queremos, pues, dirigir también un insistente llamado a todas las instancias del orden público para que no cedan tampoco ellos a los falsos reclamos de la violencia.
¿Cuál fue entonces el punto, queridos obispos, en que algunos líderes y voceros de la jerarquía católica extraviaron el sendero? ¿Cómo pudo ocurrir que cargados de las mejores intenciones esas figuras cimeras de la Iglesia asuman en la actualidad una lógica y retórica complacientes que los aleja cada vez más de la prédica de Cristo y de ese llamado a nuestra conciencias que hicieran todos ustedes en 1993? ¿Cuándo decidió la Conferencia de Obispos autorizar al Cardenal, hablando y actuando prácticamente en nombre de toda la Iglesia, a tomar distancia de la prédica en favor del diálogo respetuoso e incluyente y asumir la retórica del poder, siempre pletórica de descalificaciones de todo tipo? ¿Pueden acaso esperar que la sociedad cubana siga sus consejos y pautas cuando ustedes no  ejercen la corrección fraterna con quienes se alejan de ellos entre ustedes mismos?
La lógica de pactar la cooperación con un poder abusivo con la intención de contener sus desmanes y conducirlo al buen camino seguramente está bien intencionada, y sin duda puede permitir que se alcancen concesiones beneficiosas. Pero compromete —por razones de principio y por su limitada perspectiva— el testimonio de dignidad y credibilidad de una institución cuya lógica no puede ser política, sino la del amor. La Iglesia no puede permitirse el lujo de hacer pactos —de jure o de facto— que, guiados por una lógica de intereses o de poder, se realicen a expensas de su compromiso con la lógica del amor.
Nadie niega, y a todos nos regocijan, los avances obtenidos en la aceptación del papel social de la iglesia, frente a la exclusión por motivos religiosos, desde que se diera a conocer El amor todo lo espera hasta nuestros días. Ninguno fue una dádiva, todos son avances justos —aunque todavía distan de estar a la altura plena de las circunstancias—, y a ellos contribuyeron en no poca medida la visita del Papa Juan Pablo II, en 1998, y la más reciente de Benedicto XVI. Pero de nada valdrían esos pasos, u otros que pudieran darse, si el precio a pagar fuese el extravío de la misión esencial cristiana. Si se ha avanzado en el derecho a la libertad religiosa por no exclusión de los que tienen dichas creencias, en la nación se ha recrudecido la represión y exclusión de aquellos que no profesan la ideología oficial y se expresan frente a los abusos de un poder que no se somete a un estado de derecho ni permite libertades básicas de conciencia, expresión, reunión y asociación. Errado es el camino de intentar preservar lo logrado a favor de un grupo de víctimas, si el precio es la complicidad ante los abusos que se imponen a otras.
Las declaraciones del Cardenal Jaime Ortega Alamino en su presentación en la Universidad de Harvard han sido deplorables. Su doble mención, discriminatoria una, de infidencia la otra, fue éticamente inaceptable y carente de prudencia. En efecto, Mons. Agustín Román ya no está entre nosotros para aclarar o rechazar sus afirmaciones; y su juicio sobre la pretendida condición psíquica, jurídica y moral de compatriotas que ocuparon pacíficamente una iglesia en señal de protesta y fueron desalojados, si no con violencia dentro del templo, sí con recurso a la fuerza del brazo secular, fue cuando menos, temerario, improcedente. Cualquiera puede tener un mejor o peor momento al expresar una idea, pero el contenido, tono y actitud del Cardenal en esta ocasión ha develado cuánto se puede haber alejado de la lógica del mensaje medular que en 1993 emitiera la Conferencia de Obispos Católicos. Ha dejado injustamente mal parada a la institución que le corresponde representar, y a obispos, curas, monjas y laicos que de forma silente y abnegada han servido al pueblo todos estos años y han intentado protegerlo frente a abusos muy diversos a riesgo de no pocos peligros personales.
Los que suscribimos esta carta queremos, no obstante, llamar a la cordura a quienes hoy pudieran ceder a la tentación de dejarse arrastrar por el legitimo sentimiento de profundo agravio que las palabras del Cardenal Ortega han provocado. Él tendrá que responder ante Dios por sus actos y palabras. Pero con serena firmeza  esperamos de los obispos, sacerdotes, religioso(a)s, laicos cubanos, y de las autoridades del Vaticano, que den muestras de renovado discernimiento, que ponga definitivamente coto a este tipo de manifestaciones y aseguren que la Iglesia Católica Cubana sea consecuente con el compromiso que hizo, según sus propias palabras no por casualidad,  en septiembre de 1993. El Cuatrocientos Aniversario de la aparición de la imagen de la Virgen de la Caridad está llamado a recordarse como el año de la consolidación del compromiso eclesial con su pueblo, sobre la base de las prédicas de Cristo y no  como un dato estadístico significativo en la asistencia a procesiones.
No hay mejores palabras para cerrar este urgente mensaje que las empleadas por ustedes mismos en el de 1993:
Hemos pedido al Señor dirigir este mensaje en su lenguaje de amor, sin lastimar a ninguna persona, aunque cuestionemos sus ideas en diversos aspectos, porque de lo contrario Dios no bendeciría el humilde servicio que queremos prestar a cuantos libremente quieran servirse de él.
Al igual que en 1993 la Iglesia supo descifrar las angustias de la sociedad cubana, deseamos y esperamos que hoy preste oídos a este reclamo… antes de que sea demasiado tarde.

Observatorio Cubano de Derechos Humanos.


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viernes, 27 de abril de 2012

Eliécer Avila denuncia falsas acusaciones y amenazas contra su persona


Agentes de la Seguridad del Estado conminaron a su padre a ;usar la influencia que tiene sobre su hijo para hacerle “reflexionar” y para que “de inmediato abandone lo que está haciendo”
El periodista independiente Eliecer Ávila publica este viernes en la red social Facebook, una nota en la que denuncia amenazas realizadas a su padre, Eliécer Ávila Pérez, por parte de miembros de la Seguridad del Estado cubana.
En la nota, Ávila reproduce el testimonio de su padre sobre la “conversación” que los agentes sostuvieron con él hace algunos días y en la que acusaron a su hijo de “contrarevolucionario”, “mercenario” y de recibir dinero de una organización del exilio a cambio de “emitir criterios opuestos al Gobierno de Cuba y la revolución”.
Según sus palabras, los agentes le conminaron a usar la influencia que tiene sobre su hijo para hacerle “reflexionar” y para que “de inmediato abandone lo que está haciendo”. De lo contrario, le dijeron, “no quedará otra alternativa que proceder contra él. Y una vez que sea incluido en esta lista, ya no tendrá libertad de movimientos como hasta ahora y tampoco podrá vivir en La Habana porque ellos lo impedirán”.
Eliécer Ávila se dio a conocer en 2008 cuando, siendo estudiante de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), interpeló al presidente de la Asamblea nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, sobre cuestiones consideradas tabúes como el derecho de los cubanos a viajar libremente o por qué el comercio interior de todo el país había migrado al peso convertible cuando los trabajadores “cobran su salario en moneda nacional”.
Desde entonces ha destacado por su actitud crítica con el Gobierno. A inicios del mes de abril estrenó a en la red social Youtube el programa de opinión “Un cubano más”, una serie de programas donde expone su opinión, y también “la de muchos jóvenes” sobre toda la actividad política, cultural y social en Cuba.
Ávila responde en su nota a las acusaciones y amenazas proferidas por la Seguridad del Estado, aunque aclara, lo hace solo de “manera excepcional” y preocupado porque puedan estar tramando “alguna jugada muy baja que no se puede tolerar”.
El jóven concluye su nota proponiendo a las autoridades cubanas le inviten a participar en una mesa redonda televisada para responder a todas —“miles”— las preguntas que deseen hacer. A cambio, pide, “déjenme a mí preguntarle cinco a sus máximos jefes, veremos así quien puede responder y qué responde. Veremos quien está más limpio”.


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Muy cerquita del cielo


| Por José Hugo Fernández

Protesta LGTB en Barcelona por la visita del Papa
Protesta LGTB en Barcelona por la visita del Papa
LA HABANA, Cuba, abril, www.cubanet.org -Era lo que faltaba. Mariela Castro se suma a lo que parece ser hoy una tarea priorizada por el régimen cubano: la captación de emigrantes y exiliados dispuestos a participar en su farsa reformista, siempre que no pidan mucho a cambio.
Ahora la hija del padre se ha bajado con la historia de que muchos cubanos (sobre todo, LGTB: lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) procedentes de Miami y de otras partes del mundo, están viniendo a La Habana para decirle “cosas preciosas” sobre su labor al frente del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). “Me han dicho –puntualizó Mariela- ‘yo quiero verlo con mis ojos, por eso vine, yo estoy tan sorprendida, tan asombrada, qué maravilla’”.
Protesta en Mexico por la visita del Papa
Protesta en Mexico por la visita del Papa
Por cierto, también muy sorprendido quedó el Papa al enterarse de que la esposa de Fidel Castro es una persona devota y creyente de los dogmas de la Iglesia Católica. No digo yo, cualquiera se sorprende, menos los cubanos de a pie, que aunque tampoco lo sabíamos, estamos curados de espanto, muy en especial cuando se trata de las “sorpresas” que suele prodigar la sagrada familia.
Protesta LGTB frente al Vaticano
Protesta LGTB frente al Vaticano
Sorprendido Benedicto XVI con los secretos de la casa familiar del padre, sorprendidos muchos LGTB cubanos del exterior con las revelaciones de la hija, sólo queda por establecer cuál pudo ser la sorpresa del espíritu santo al comprobar que Cuba es el único país en la tierra donde el Papa, durante su visita, no tuvo el inconveniente de enfrentarse a la menor demanda de los defensores de los derechos de la mujer y de las lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, porque el Centro Nacional de Educación Sexual, que monopoliza tales reclamos, para uso y abuso exclusivo del régimen, prefirió guardar un cómplice silencio.
Protesta en Nueva York por la visita de Bendicto
Protesta en Nueva York por la visita de Bendicto
El sumo pontífice de la Iglesia Católica, enemiga confesa y jurada del derecho a la libre orientación sexual, opuesta al uso del condón -por más que éste resulte decisivo en el enfrentamiento contra el SIDA-, hostil en absoluto al matrimonio entre personas del mismo sexo, y, en general, homofóbica en su esencia y potencia, no ha visitado un solo rincón del planeta en el que no le llovieran los reclamos, las protestas y los abucheos por parte de millones de ciudadanos.
Su impavidez ante exigencias tan elementalmente humanas no sólo ha sido bochornosa, también es indignante. Y más todavía, inexplicable, si se tiene en cuenta que posiblemente la Iglesia Católica sea la institución (no LGTB) con un mayor número de homosexuales entre sus representantes formales, algo que, por supuesto, no constituye un agravante, sino un simple dato para las estadísticas.
Protesta LGTB por la visita del Papa y manifestantes con carteles en otra protesta en España
Protesta LGTB por la visita del Papa a España
Resulta fácil suponer lo incómodo que debe haberse sentido Benedicto XVI al tropezar con tanto vertical requerimiento y con tan justificada irritación en México, España, Alemania o Reino Unido, entre otros sitios visitados por él últimamente.
Sin embargo, Dios aprieta pero no ahoga. Luego de tales contratiempos, debe haberse sentido muy cerquita del cielo al recorrer las calles de La Habana, o de Santiago de Cuba, sin ver un solo cartel, sin escuchar un grito o una sutil protesta de carácter privado, donde se le pidiera, por lo menos, un menudo voto de humildad y tolerancia en su postura frente a la libre orientación sexual y la identidad de género, o una leve dosis de racionalidad ante el imperativo de prevenir el VIH.
En fin, ya lo dijo el dicho: caimán no come caimán. El totalitarismo es la institucionalización del fanatismo. Y entre fanáticos totalitarios como los del régimen cubano y los del Vaticano no queda sino esperar que la cosa termine en vaselina mutua. Aun a riesgo de que los más sutiles instrumentos de ambos poderes queden al descubierto de un tirón. Llámense visita apostólica o CENESEX.


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jueves, 26 de abril de 2012

Los Estados Unídos en nuestra historia

| Por Tania Díaz Castro
LA HABANA, Cuba, abril, www.cubanet.org -Digan lo que digan los historiadores castristas, fue gracias a los norteamericanos que Cuba se independizó de España. Aunque la Isla tenía una población de un millón de personas en aquellos momentos, apenas veinte mil luchaban en la manigua, contra un ejército bien armado y entrenado, compuesto por 200 mil españoles. Creo que esta información es suficiente para preguntarse cómo hubiéramos ganado la guerra sin la intervención de los Estados Unidos.
Y digan lo que digan los mismos historiadores castristas, también fueron los norteamericanos quienes pusieron punto final a la lucha entre los menos de tres mil guerrilleros que formaban el Ejército Rebelde de Fidel Castro -en un país con seis millones de habitantes- y los cincuenta mil hombres sobre las armas con que contaba el dictador Batista.
En 1958, Fidel Castro, después de haber permanecido en las montañas orientales durante trece meses, estaba ansioso por llegar al poder de cualquier forma. También estaba ansioso, por segunda vez en la historia de Cuba, el gobierno de Estados Unidos, porque terminara la guerra.
En abril, cuando por iniciativa de Fidel Castro el Movimiento 26 de Julio pidió a todos los cubanos que se sumaran a una huelga general con el fin de que terminara la guerra, éstos dieron una respuesta que muchos comunistas han querido olvidar: la huelga fracasó porque el pueblo, con su abstención, se negó a intervenir en los asuntos políticos.
La desesperación de Fidel Castro iba en aumento. De Nuevo, a través de la emisora clandestina Radio Rebelde, exhorta a los soldados de Batista a que abandonen la lucha y se sumen a las guerrillas, pide al pueblo  que no pague los impuestos, que no asista a fiestas, que no compre la prensa favorable al régimen, que no juegue la Lotería; y pide a los jueces, policías y militares que renuncien a sus puestos.
Al ver que nada logra los guerrilleros, el 26 de junio Raúl Castro secuestra a diez norteamericanos y dos canadienses en la zona de Moa, y luego a numerosos empleados de la United Fruit Co., no para lograr apoyo de Estados Unidos, puesto que como se sabe ya lo tenía.  Desde el 11 de enero de ese mismo año, Washington había declarado el embargo de venta de armas al dictador Batista, sino para apresurar el triunfo.
Es precisamente el 17 de diciembre que Earl Smith, el  embajador de Estados Unidos,  pide abiertamente a Batista que deje el poder para evitar más derramamiento de sangre y rechaza días después la propuesta de crear una junta militar sin Batista.
En la madrugada del 31 de diciembre, el dictador, su cúpula militar y toda su familia parten de Cuba hacia República Dominicana.
¿Podría decirse, teniendo en cuenta estos acontecimientos, que la guerra de guerrillas de Fidel Castro triunfó solo debido a las acciones de los combatientes?
Es cierto que lucharon, que cayeron cientos de revolucionarios -no los veinte mil que asegura la propaganda oficial-, que una gran parte del pueblo simpatizaba con ellos. Pero de no negarse los Estados Unidos a ayudar con armas a Batista y de no haberlo presionado para que abandonara el poder, la guerra se hubiera prolongado más de lo que podríamos calcular y quien sabe cuál hubiera sido el desenlace. Quizás otra sería hoy la realidad cubana y no una dictadura más dura, más cruel y más  prolongada que la anterior.


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Otra vez la cárcel

| Por Jorge Olivera Castillo



LA HABANA, Cuba, abril, www.cubanet.org -El retorno del opositor José Daniel Ferrer a su hogar no parece estar entre los planes inmediatos de las autoridades. Desde su arresto, ocurrido el 2 de abril, lo mantienen detenido en el cuartel de la policía política en Santiago de Cuba, en espera de un juicio por varios cargos, aun sin confirmación legal, vinculados a su activismo a favor de un cambio pacífico hacia la democracia.
Descabezar el movimiento que Ferrer logró articular con gran coraje y perseverancia, es indudablemente el propósito de los represores. El temor a perder el control en la segunda ciudad más importante de Cuba, explica la decisión del régimen.
El gobierno sabe que en las calles está el germen de una revolución, siempre frustrada en el pensamiento de miles de ciudadanos a causa del miedo, y José Daniel había logrado avances en  la concientización de la población santiaguera respecto a la necesidad de vencer esa barrera.
La aparente determinación de llevar a prisión a los activistas más beligerantes, se aleja del diseño represivo prevaleciente en los últimos tiempos, que parecía limitarse al uso de los actos de repudio, las amenazas, las campañas de desprestigio, las detenciones de corta duración y el arresto domiciliario, antes que abrir procesos penales y condenar a prisión a los presuntos infractores. En aras de la estabilidad, el gobierno parece estar dispuesto a pagar el precio de posibles condenas internacionales por su actitud represiva.
Si finalmente se realizan los procesos judiciales contra la docena de arrestados en Santiago de Cuba, incluido José Daniel, quedaría demostrado que el respeto a los derechos humanos no está contemplado dentro de los posibles cambios planeados para Cuba. Esto, además de enviar una contundente y grave señal para quienes han asumido posturas independientes dentro de la Isla, dejaría claro que las directrices e implementación del cambio están, única y exclusivamente, en manos de los comunistas.
Son varios los factores que hacen posible al gobierno asumir esa actitud. Entre ellos, la sofisticación de sus métodos de control y represión, los garrafales y recurrentes fallos tácticos y estratégicos de la oposición y la fatalidad geopolítica de que Cuba no sea una prioridad para los centros de poder mundial.
La suerte de los detenidos en Santiago de Cuba en la ola represiva del 2 de abril  está a punto de sellarse. Si no todos, es casi seguro que los más activos permanecerán tras las rejas por un tiempo. Para mantenerlos encerrados, a la dictadura no le hace falta ni siquiera realizar un juicio. No serían los primeros en estar más de un año en la cárcel sin haber sido llevados ante un tribunal.
José Daniel sería el primero del Grupo de los 75 que retorna a la prisión. Esta vez lo condenarían por desorden público y otros delitos asociados a su lucha política contra el totalitarismo.
En la Primavera Negra, en marzo de 2003, él fue sancionado a 25 años y cumplió algo más de 7. Permanecía en la calle bajo una Licencia Extrapenal por motivos de Salud, un subterfugio jurídico que no anula la condena.
La dictadura no parece estar dispuesta a ceder. Algunos de los que, como Ferrer, han apostado por situarse fuera de los límites impuestos, tampoco, a pesar de los riesgos.
El destino de opositores y disidentes sigue marcado por cuatro alternativas: el acoso sistemático, la cárcel, el destierro y la muerte. José Daniel soporta hoy las terribles circunstancias de una prisión provisional, pero un peor desenlace parece ensombrecer aún más su futuro.
oliverajorge75@yahoo.com


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La líder de las Damas de Blanco le responde al Cardenal


Berta Soler: 'El cardenal está muy equivocado. Esos hombres no son delincuentes'

  • La Dama de Blanco acusa a Ortega de utilizar las 'palabras del Gobierno' para cuestionar a los 13 activistas que se encerraron en la Iglesia de la Caridad.
  • El purpurado dice que los medios 'fabrican las noticias'.
La portavoz de las Damas de Blanco, Berta Soler, afirmó este miércoles que el cardenal Jaime Ortega se equivoca al calificar de "delincuentes" a los 13 opositores que ocuparon un templo en La Habana antes de la llegada del Papa.
"El cardenal está muy equivocado. Esos hombres no son delincuentes. Eso de que son bandoleros son palabras del Gobierno cubano", dijo Soler en declaraciones a DIARIO DE CUBA.
La activista aseveró que "si el cardenal diera seguimiento a la Doctrina Social de la Iglesia, lo primero que tenía que haber hecho era ir donde estaban esos hombres, que no eran bandoleros, y hacer oraciones con ellos, y no pedir que los desalojaran".
"Donde hay desalojo hay fuerza represiva", afirmó.
La Dama de Blanco dijo que esos hombres "son rebaño de la Iglesia, y la Iglesia debe estar al lado de las personas que sufren, de los marginados", incluso si fueran bandoleros.
Durante una conferencia en la Universidad de Harvard, Estados Unidos, Jaime Ortega cuestionó el "bajo nivel" de los ocupantes del templo y negó que fueran desalojados por la fuerza.
Dijo que uno de ellos tenía antecedentes por "exhibicionismo".
"Yo quisiera que ustedes vieran el informe de las personas que tomaron esa iglesia", reparó Ortega, insinuando que había leído los expedientes de la Policía. "Era lamentable. Había uno, totalmente desquiciado, que decía: 'yo personalmente voy a hablar con el Papa'".
Berta Soler, por su parte, recordó que "la Iglesia visita a los criminales, y los perdona, porque Dios perdona".
"¿Quién es el cardenal para no perdonar, si fuese verdad que estos hombres son bandoleros?", criticó .
La polémica de las deportaciones
El purpurado aseguró la víspera en Harvard que las Damas de Blanco le "propusieron que sus esposos fueran enviados a otro país, que era preferible estar separados por el mar que no por las rejas de la cárcel".
Soler confirmó hoy tal petición, pero dijo que ellas no hablaron por todos los presos.
"Realmente, muchos hombres nos llamaban para decirnos que preferían irse para Haití antes que estar presos. Eso hay que respetárselo a cada uno. Así se lo planteamos al cardenal en una cita", señaló la portavoz del grupo.
Y añadió: "Nosotros no hablamos por todos, porque no todos querían irse. Porque ni el marido de Laura Pollán ni el mío quisieron irse. Los otros fueron deportados, porque salieron directo de la cárcel para el aeropuerto".
Durante la conferencia en Harvard, el arzobispo de La Habana también acusó a los medios opositores de "fabricar noticias".



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Otra canallada más del Cardenal Jaime Ortega

Thursday, April 26, 2012

EL CARDENAL VA DESNUDO...

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Angélica Mora
Apuntes de una Periodista
Nueva York

El Cardenal Jaime Ortega está vez sí demostró su color, al desdeñosamente tildar de "delincuentes" a los 13 activistas que se encerraron en la Iglesia de la Caridad, días antes de la visita del Papa, con el fin de pedir ser recibidos por el Pontífice.

El arzobispo se encuentra en Estados Unidos dictando una serie de charlas y durante una conferencia en la Universidad de Harvard se refirió al "bajo nivel" de los ocupantes del templo, negando de paso, que hubieran sido desalojados por la fuerza.

El cardenal acotó que incluso, uno de los activistas tenía antecedentes por "exhibicionismo".
"Yo quisiera que ustedes vieran el informe de las personas que tomaron esa iglesia", señaló Ortega, revelando de ese modo que había leído los expedientes de la seguridad del estado. "Era lamentable. Había uno, totalmente desquiciado, que decía: 'yo personalmente voy a hablar con el Papa'".
Asimismo, agregó que los medios 'fabrican las noticias', sin querer ver que es él, el que no acepta la realidad cubana.

Lamentablemente, con este incidente Ortega se ha demostrado tal cual es. Si hasta ahora, alguna persona dudaba  de qué lado estaba el máximo exponente de la Iglesia Católica cubana, en este momento lo ha verificado.
Jaime Ortega con su actitud preponente exenta de la caridad y humildad que debería tener un Siervo de Dios, ha apartado a muchos fieles de las iglesias.
Lo mismo ha sucedido con el Papa, quien evitó pronunciarse a favor de la disidencia cubana.

Con este último triste episodio el cardenal Ortega afirma su desdén y desprecio para los que sufren represión en su Patria.
Con razón el Papa no quiso recibir ni siquiera "un minuto" a las Damas de Blanco.
Ortega, en un aparte en la conferencia de la Universidad de Harvard, reveló que este grupo le "propuso que sus esposos fueran enviados a otro país, ya que era preferible estar separados por el mar que no por las rejas de la cárcel".

La vocera de las Damas de Blanco, Berta Soler, confirmó tal petición al Diario de Cuba, pero explicó que ellas no hablaron por todos los presos.
"Realmente, muchos hombres nos llamaban para decirnos que preferían irse para Haití antes que estar presos. Eso hay que respetárselo a cada uno. Así se lo planteamos al cardenal en una cita (... ) Nosotros no hablamos por todos, porque no todos querían irse. Porque ni el marido de Laura Pollán ni el mío quisieron irse. Los otros fueron deportados, porque salieron directo de la cárcel para el aeropuerto".
Berta Soler declaró asimismo, que el cardenal se equivoca al calificar de "delincuentes" a los 13 opositores que ocuparon el templo.

El alto prelado debería entender que --tal como advirtió Jesús-- "no se puede servir a dos señores"...  y él sirve gustoso los intereses del gobierno cubano.

Por lo mismo, debería recordar también que Jesús expulsó a latigazos a los fariseos del Templo por corruptos.
Jesús se molestó sobremanera con los mercaderes por lo que ocurría dentro de la Iglesia:
Hizo salir el ganado, regó las monedas de los cambistas, voltéo las mesas de la gente que vendía palomas y dio de latigazos a los infractores.
Una lección de la Biblia -narrada por los cuatro apóstoles- que el Cardenal no debería olvidar.


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miércoles, 25 de abril de 2012

Hay que escribir de los cobardes


| Por Leonardo Calvo Cardenas


LA HABANA, Cuba, abril, www.cubanet.org -Un refrán antiguo asegura con certeza:

. “De los cobardes no se ha escrito nada”, pero cuando se ligan cobardía, poder y soberbia para causar profundo daño humano, llamar al crimen por su nombre constituye una responsabilidad para las personas honestas y amantes de la justicia.
Nunca, en más de trece años, he dedicado una letra a los agentes del gobierno cubano condenados por espionaje en Estados Unidos, en primer lugar porque creo que los espías constituyen noticia cuando son descubiertos y acaso cuando son objeto de la tradicional negociación entre estados. Los cinco miembros de la red Avispa que decidieron, a costa de cumplir largas penas, mantener fidelidad al gobierno cubano después que una decena de sus compañeros colaboraron con la justicia norteamericana para aliviar su infortunio, fueron convertidos en bandera de confrontación política por el alto liderazgo de la Isla.
En un alarde de interesada manipulación e indolente desprecio por los seres humanos, el gobierno cubano guardó silencio durante más tres años sobre el caso para luego de definidas las alineaciones y fidelidades de los encartados desarrollar una intensa y permanente campaña mediática y política que, a un altísimo costo, pretende supuestamente consagrar en la opinión pública y en el sistema judicial norteamericano la pretendida inocencia de los que considera héroes. Las autoridades cubanas nunca se han molestado en explicar como se puede, en medio de esta álgida confrontación con sabor a guerra, ser héroe e inocente al mismo tiempo.
El alto liderazgo de La Habana incapaz de prodigar justicia ni piedad a sus víctimas, nunca ha valorado o reconocido las determinaciones judiciales favorables a sus “héroes” y no atenúa su lenguaje agresivo y desafiante para con las autoridades políticas y judiciales del vecino del norte. Pero lo inesperado ha sucedido, René González,  el espía convicto y fiel que se encuentra en régimen de libertad supervisada después de cumplir la primera parte de su condena, recibió permiso judicial para visitar a su hermano en grave estado de salud.
El gesto es contrastante con la impiedad del gobierno cubano, pues baste recordar como la inmortal Celia Cruz, la gran guarachera de Cuba, no recibió el permiso de La Habana para regresar a su tierra a sepultar a su madre, o el caso de Mario Chanes de Armas, ese héroe e inocente condenado por sus ex compañeros de lucha a treinta años que no pudo salir a enterrar a su hijo por negarse a vestirse con ropa de preso común, por solo citar dos de muchos ejemplos.
Al conocer la noticia los cubanos nos preparamos para la altisonancia carnavalesca y chauvinista que era de esperar, sin embargo la visita del convicto pasó en sepulcral mutismo. De hecho René estuvo tan preso durante sus catorce días en La Habana como en sus trece años en las cárceles norteamericanas. Las autoridades cubanas siempre prodigas en bravuconadas a distancia se comportaron como dóciles alguaciles federales cuidando celosamente al recluso y devolviéndolo puntualmente a su cómodo cautiverio.
Esa observancia estricta de las disposiciones legales y judiciales del enemigo contrasta de manera chocante con la sistemática violación de los derechos de los ciudadanos y de sus propias disposiciones legales utilizadas por las fuerzas represivas del régimen para imponer su hegemonía intolerante sobre toda la sociedad.
Los arrogantes poderosos quienes, llegado el momento, no se atreven a mover una pestaña ante las condiciones impuestas desde allá por sus enemigos jurados, esos que huyen despavoridos ante una simple cámara de video y no se atreven a usar sus nombres verdaderos en su labor represiva,  prodigan sin embargo abuso y ensañamiento sobre todo a personas que consideran indefensas o vulnerables.
En el más deplorable modelo de terrorismo de estado los oficiales de la policía política no han encontrado otro mecanismo que dedicarse a aterrorizar a la anciana madre de Juan Antonio Madrazo, Coordinador Nacional del CIR, para impedir la celebración de las actividades convocadas en su domicilio, que es por cierto la  sede de esta organización civilista.
Juan Antonio Madrazo, Coordinador Nacional del CIR en su domicilio, sede de la organización.
Juan Antonio Madrazo, Coordinador Nacional del CIR en su domicilio, sede de la organización.

Teresa Luna, una encantadora abuela llena ternura, simpatía y lucidez a sus 75 años, mantiene valor y firmeza ante las cobardes amenazas de que ha sido víctima en más de una ocasión. La determinación de su hijo es no dar un paso atrás en su compromiso con la lucha por la democracia y la justicia, pero todos los que la conocen, familiares o no, están profundamente indignados por la bajeza de estos hombres que presumen de tanto poder y ninguna humanidad.
Con mucha facilidad han olvidado los hermanos Castro que cuando ellos se dedicaban a asesinar compatriotas bajo el manto protector de las sierras orientales nadie fue a molestar a su señora madre.
Más allá de ideologías o confrontaciones políticas, lanzar todo el peso de la violencia sobre mujeres que esgrimen una flor o hacer tan miserable uso del presumible celo de una madre caracteriza a un régimen que perdió definitivamente la razón, los argumentos y el decoro, al punto de ser incapaz de plantar cara a sus enemigos de siempre en el momento clave o reconocer cuando un diseño represivo ha fracasado sin remedio.
elical2004@yahoo.es


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Andrés Carrion: "Pensé que ese era el último día de mi vida"


El miembro de la Cruz Roja que lo agredió “es un producto de 53 años de adoctrinamiento y de décadas de decirle a las personas que es bueno usar la violencia contra aquel que se exprese libremente”, dijo Carrión en entrevista con Yoani Sánchez para El País
Andrés Carrión Álvarez, el cubano que gritó “¡Abajo el comunismo!” en la misa oficiada por el papa Benedicto XVI en Santiago de Cuba se despidió ese 26 de marzo de sus familiares, a los que no les comunicó sus intenciones, porque pensó que no los volvería a ver.
En entrevista con la filóloga y bloguera Yoani Sánchez para el diario español El País, Carrión declaró no pertenecer a ningún partido opositor en la Isla, si bien subrayó haber recibido luego la solidaridad de varios grupos de activistas.
El ciudadano cubano añadió que la idea de realizar esa acción durante la liturgia fue personal y que con ella pretendía dar a conocer la ausencia de libertades en la Isla.
“La idea de esa acción me brotó en solitario y no se la comenté a nadie, temiendo que se fuera a filtrar la información y me impidieran llevarla a cabo”, declaró en la entrevista.
Carrión manifestó que “tenía una motivación cívica y de principios: los cubanos debíamos hacer algo para que el mundo supiera de las violaciones y los grandes problemas que afrontamos aquí con la libertad de expresión y los derechos humanos”.
Preguntado sobre cómo accedió al lugar donde acometió la acción “a pesar del cerco policial”, el cubano explicó que llegó a las 11 de la mañana a la Plaza Antonio Maceo, donde se realizaría la misa, y que a alrededor de las 5:40 de la tarde decidió cruzar el primer cordón de seguridad —había dos—, y que una vez dentro corrió hasta hallarse frente al altar, donde gritó: “¡Abajo el comunismo! ¡Abajo la dictadura! ¡Libertad para el pueblo de Cuba!”.
Carrión añade que, una vez detenido “alcancé a gritar ‘¡Monseñor no se deje engañar, que el pueblo de Cuba no es libre!’”
Críticas
Sobre algunas críticas a su proceder durante una misa católica, manifestó que, dado que los cubanos no cuentan con espacios donde expresarse, “uno busca un espacio donde ser oído y creo que aquella era una oportunidad que no se podía dejar pasar”.
Carrión agregó que es católico y que no fue su intención “manchar la misa”, por lo que ya ha pedido disculpas al Papa en una carta enviada al Arzobispado de Santiago de Cuba.
20 días en prisión
Sobre los 20 días que estuvo arrestado por su protesta, el cubano indicó que fue encerrado durante varios días en “una celda muy oscura y que tenía muy mal olor”. “No había agua limpia allí y la luz solo la encendían diez minutos a las seis de la mañana y otros diez minutos a las seis de la tarde”, dijo.
Añadió que durante esos días no fue maltratado por la policía, aunque una vez liberado le hicieron firmar “un papel donde estoy limitado de mis libertades”.
“Tengo que presentarme todos los miércoles en una unidad de operaciones policiales, no puedo salir del municipio sin pedir permiso, no puedo reunirme con opositores, ni dar entrevistas, no puedo participar en manifestaciones”, explicó, para agregar que apenas ha cumplido con esas instrucciones, porque “Ellos no me van a callar de esa forma”, aclaró.
El camillero
Sobre el “supuesto” miembro de la Cruz Roja que lo agredió físicamente, hasta el punto de lanzarle una camilla, el cubano dice sentir lástima por él, porque “es un producto de 53 años de adoctrinamiento y de décadas de decirle a las personas que es bueno usar la violencia contra aquel que se exprese libremente”.
Y a la pregunta de si volvería a protestar de la misma manera, Carrión respondió afirmativamente: “Lo hice por mi país, por mi pueblo y en ese momento supe que aquella acción me podía costar la vida”, dijo. Por eso, concluyó, “Me despedí de mi madre, de mi hermana, de mi esposa (…) le dije a ella esa mañana antes de salir hacia la misa “Te amo mucho”. Yo pensé que no regresaba, pensé que ese iba a ser el último día de mi vida”, señaló.

¿EL ARMA EN LA LUCHA PACIFICA? LA DESOBEDIENCIA CIVIL

Wednesday, April 25, 2012


No desfiles el primero de mayo!

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 NO LES DEN EN EL GUSTO
[25-04-2012]
CSIC
(www.miscelaneasdecuba.net).- LA COALICION SINDICAL INDEPENDIENTE DE CUBA (CSIC) EXHORTA A LOS TRABAJADORES CUBANOS A ¡NO DESFILAR EL PRIMERO DE MAYO!
Cuando la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) convocó al pueblo y a la clase obrera  a marchar el Primero de Mayo, el 17 de marzo de 2012 durante una celebración del LXXXIX Pleno del Consejo Nacional, se basó en el cumplimiento de los Lineamientos, Objetivos y Acuerdos del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC).

No fue un llamado a la masa trabajadora sindicalizada desde su Central sindical sino del VI Congreso partidista, que deja entrever sin disimular que no se pronuncia por los trabajadores desde sus problemáticas, sino desde cuestiones partidistas lejanas y en contraposición a los designios sindicales, objetivos, lineamientos y acuerdos, por no tenerlos. Convocan a los trabajadores a defender la obra de 53 años con profundas transformaciones a favor del pueblo.

Será un Primero de Mayo en decadencia, evidenciado en los desfiles anteriores, lejanos a los comenzados a las 8 de la mañana y terminados pasada la 1 de la tarde.

Por ello –consciente del proceso histórico que enfrenta nuestra Patria, en especial la clase obrera- la Coalición Sindical Independiente de Cuba (CSIC), fundada en La Habana el 24 de abril de 2011 e integrada por los sindicatos autónomos de la Confederación Obrera Nacional Independiente de Cuba (CONIC), la Confederación de Trabajadores Independientes de Cuba (CTIC) y el Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) se unió para en conjunto denunciar las violaciones sindico laborales toleradas por la oficialista CTC.

En la primera etapa de trabajo enfrentamos el proceso de disponibilidad, devenido por las plantillas infladas, el alto costo de la vida, los bajos salarios, la doble moneda, los elevados impuestos a los trabajadores por cuenta propia, las limitaciones a la iniciativa privada, entre otros que limitan el desarrollo de una economía colapsada, cuya reanimación  depende del sector privado y de la libertad de operaciones contractuales que lo desarrollen y creen nuevas fuentes de empleo.

En este Primero de Mayo proclamamos ante Cuba y el mundo la necesidad de unidad de los trabajadores, en aras de enfrentar los desmanes administrativos que mellan principios y valores de la histórica clase obrera cubana, cuyos logros síndicos siembran el camino del sindicalismo cubano.

Durante su primer año de vida la CSIC se opuso a las arbitrariedades de las Comisiones de Expertos, encargados de proponer a la administración los trabajadores a quedar disponibles, reconociendo el derecho al trabajo, tal como refiere el Artículo 45 de la Constitución de la Republica de Cuba. Defiende la libertad e igualdad ética, social, económica, política, ideológica, cultural o cualquiera redunde en beneficio de los trabajadores.

Estamos a favor del cumplimiento de los convenios números 87 y 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre la libertad sindical y el derecho de sindicalización, única  forma de que la masa obrera tenga el espacio que merecen los sindicatos independientes y el camino hacia una democracia donde los derechos humanos laborales sean realidad.

La CSIC agrupa en sus filas a trabajadores manuales, intelectuales, industriales, agrícolas, cuentapropistas, del mar, técnicos, maestros, científicos, administrativos, profesionales, artistas, privados, asalariados o autónomos, entre otros que nos integran, valorando el respeto a la dignidad humana. En consecuencia, en este Primero de Mayo

LA CSIC SE PRONUNCIA POR:

-SALUDAR  A LA CLASE OBRERA CUBANA, ABNEGADA, SUFRIDA Y EXPUESTA AL DESEMPLEO.

-Preparar a los disponibles a enfrentar el reto del trabajo por cuenta propia, instruyéndolos en la política de mercado, su estudio, oferta, demanda y precios, entre otros.

-Ayudarlos  a establecer escrito ante los Órganos de Justicia Laboral de Base (OJLB) en demanda de sus legítimos derechos y exijan a la CTC que los represente y defienda ante estos y en la Sala de lo Laboral del Tribunal Municipal.

-Propugnar la autonomía sindical bajo el cumplimiento de las Normas Internacionales de Trabajo en especial los Convenios números 87/1948 (sobre la Libertad Sindical y la Protección del Derecho de Sindicalización) y 98/1949 sobre el Derecho de Sindicalización y Negociación Colectiva), así como el resto de los cuales Cuba es signataria.

-Rehusar las condenas a prisión de las personas que ejerzan las facultades de los convenios anunciados y crean sindicatos independientes.

-Permitir que los trabajadores por cuenta propia creen sindicatos independientes, acorde al ramo.

Dar a conocer, dominar y participar los trabajadores en la confección de los colectivos de trabajadores y el seguimiento de los mismos.

-Instruir a la clase obrera en sus derechos síndicos, laborales para enfrentar la corrupción, el robo, el pillaje, el abuso de poder y cuantas formas administrativas humillan a la clase obrera.

-Repudiar la represión, en cualquiera de sus modalidades, oponiéndose al hostigamiento, asedio, encarcelamiento, y condenas a quienes promueven ideas sobre el libre sindicalismo.

-Respetar el derecho de los trabajadores por cuenta propia y crear sindicatos o pertenecer a los de su preferencia, a la vez que respetar a aquellos que decidan no sindicalizarse.

-Exigir se cumplan las Normas Internacionales del Trabajo (NIT) OIT y sus Convenios y/o Recomendar Protocolos y cuantas normas internacionales cual lleven al beneficio de la clase obrera.

-Incentivar la iniciativa privada para el trabajo por cuenta propia para que sea libre, creativa y sin límite.

-Exigir para los trabajadores por cuenta propia el derecho a asociarse, crear pequeñas y medianas empresas que coadyuven el derecho económico y generen empleos.

-Enfrentar los retos del trabajo por cuenta propia, las micro empresas, pequeñas, medianas y grandes.

-Abrir espacios para la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica, propiciando el libre intercambio de ideas.

-Promulgar un nuevo Código de Trabajo, Ley de Administración de Justicia Laboral y cambios en la Constitución de la Republica, acorde principios democráticos.

-Reivindicar la asistencia social a los ancianos e impedidos físicos cuyo ingreso no alcanza para subsistir, exigiendo al Estado protegerlos y crear asilos para los mismos.

-Luchar por un trabajo digno y un salario justo que satisfaga las necesidades de la clase obrera, abonado en una sola moneda, la que sirva para comprar lo que necesita para vivir.

-Reconocer el derecho al paro forzoso y la huelga previamente ajustada.

-Exigir a la CTC el reconocimiento de los sindicatos independientes.

-Unir a los trabajadores estatales y por cuenta propia en los sindicatos independientes.

-Permitir la ayuda financiera internacional que posibilite a los trabajadores por cuenta propia crear empresas, dándoles participación en organizaciones no gubernamentales que los auxilien a formar sus negocios.

-Ejercer los profesionales el trabajo por cuenta propia en su especialidad u otra afín.

-Modificar el sistema tributario que extorsiona a los trabajadores por cuenta propia, rebajar los impuestos, modificarlos y dar facilidades de pagos.

-Incentivar la creatividad humana para ejercer el trabajo por cuenta propia.

-Ejercer los profesionales el trabajo por cuenta propia en su especialidad u otra relacionada con su perfil.

-Consentir la asociación entre las microempresas para que los productos tengan un precio asequible a la población mediante la oferta y la demanda.

-Autorizar a los cubanos y extranjeros a invertir en los diversos sectores de la esfera productiva.

-Participar los trabajadores en los problemas económicos relacionados en las entidades donde se desempeñan.

-Reconocer los auténticos precursores que defendieron a la clase trabajadora y rescataron y consolidaron reivindicaciones sindico-laborales que se violan.

-Dar posibilidad a las madres que trabajan por cuenta propia a tener derecho a los círculos infantiles.

-Rechazar la violencia, la corrupción, el desempleo y la vacancia injustificada.

-Respetar la dignidad humana, donde es esencial el libre ejercicio de los derechos humanos.

-Exhortar a los trabajadores agropecuarios y rurales a reclamar la tierra, exigir los implementos de labranza y vender sus productos a precios equitativos.

-Desarrollar una cultura laboral que sirva para defenderse de las administraciones  ante sus injusticias.

-Repudiar las estructuras burocráticas que emanan de intereses estatales y/o partidistas que frenan el desarrollo económico.

-Objetar la injusticia laboral y las medidas disciplinarias, arbitrarias o discriminatorias que violentan la integridad de la clase obrera.

-Defender la comprar/venta siempre que se acredite la propiedad si se trata de un inmueble u otros que la requieran.

-Otorgar el derecho a los trabajadores a disfrutar al final del año como compensación al esfuerzo realizado, una remuneración adicional o aguinaldo.

-Permitir a los empresarios extranjeros o capitales mixtos contratar libremente la fuerza de trabajo.
-Rechazar el cumplimiento de los acuerdos del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) que atenten contra la clase obrera.

-Otros que conspiren con la calidad de vida de los trabajadores cubanos.

Reafirmamos nuestro compromiso con los valores de la democracia, el Estado de Derechos, las practicas de la Sociedad Civil, pluralismo político, el respeto a los valores humanos y a las libertades que garantiza la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de los Derechos Humanos en base a los principios de soberanía, gobernabilidad, democracia, igualdad ante la ley, derecho a la libertad, la estabilidad, la tranquilidad, la justicia social y la paz.
Dado en La Habana el 23 de Abril de 2012

¡POR LA PATRIA, LA LIBERTAD SINDICAL Y UNA CUBA LIBRE! ¡VIVA EL PRIMERO DE MAYO!

María Elena Mir Marrero
Secretaria General
Confederación Obrera Nacional (CONIC)

Maybell Padilla Pérez
Secretaria General
Consejo Unitario de Trabajadores (CUTC)

Iván Hernández Carrillo
Secretario General
Confederación de Trabajadores Independientes de Cuba (CTIC)


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¿Por qué José Daniel?


 Por: Yoany Sánchez

José Daniel Ferrer
José Daniel Ferrer

Sabía que irían a por él. Cuando hablé por primera vez -vía telefónica- con José Daniel Ferrer, me percaté enseguida de su excepcionalidad. Poco tiempo después conversamos alrededor de la mesa de nuestra casa y aquella impresión se confirmó aún más. Mientras afuera se hacía de noche, el hombre de Palmarito del Cauto nos narró los años vividos en prisión desde la Primavera Negra de 2003 hasta mediados de 2011. Los golpes, las denuncias, los reos que lo llamaban con respeto “el político” y también los carceleros que trataban de doblegarlo por la fuerza. Pasamos horas oyendo aquellas anécdotas, a veces de horror y otras de verdadero milagro. Como cuando logró esconder de las requisas un pequeño radio que fue su posesión más preciada hasta que él mismo lo hizo añicos contra el piso, segundos antes de que un oficial se lo decomisara.
José Daniel, el líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), es hoy el principal dolor de cabeza de la Seguridad del Estado en el Oriente del país. Ocupa ese lugar –admirable pero peligrosísimo- en parte porque cada palabra suya proyecta honestidad y determinación. Campechano, joven, conciliador, ha logrado avivar un movimiento disidente que languidecía entre la represión y el exilio de una parte de sus miembros. Su poder de convocatoria y el respeto que le tienen muchos, brota también de su perseverancia y especialmente de que se muestra más presto al abrazo que a la desconfianza. Se ha convertido en un hombre-puente entre varios proyectos ciudadanos y eso lo hace ahora mismo una afilada piedra dentro de la bota del gobierno cubano.
Desde hace 23 días este santiaguero incansable está detenido. Ya no puede moverse por las carreteras empinadas que conectan los municipios de su región, ni responder entrevistas, ni enviar desde su móvil mensajes a Twitter. El lunes pasado se declaró en huelga de hambre en el cuartel policial donde lo mantienen incomunicado. A su esposa Belkis Cantillo todavía no le han informado cuánto tiempo más pasará arrestado ni tampoco si le presentarán cargos legales. Algunos amigos tenemos un mal presentimiento. José Daniel Ferrer ha llegado a tener una capacidad de convocatoria que asusta a las autoridades cubanas y lo castigarán duramente por eso. Le temen, porque puede lograr que el título de “ciudad heroica” de Santiago de Cuba, cobre un nuevo sentido en estos tiempos.



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martes, 24 de abril de 2012

Un SOS por la vida de José Daniel Ferrer García


Tras tres semanas detenido, José Daniel Ferrer se declara en huelga de hambre

Desde su arresto, activistas de derechos humanos en la Isla y organizaciones internacionales han denunciado los hechos y han mostrado gran preocupación por la situación del opositor
El disidente cubano y ex preso político José Daniel Ferrer inició una huelga de hambre al cumplir tres semanas detenido sin que las autoridades le presentaran cargos, informa AFP.
Elizardo Sánchez, director de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) dijo hoy a la agencia: “Ahora, en la mañana, (Ferrer) le informó a su esposa (Belkis Cantillo) que había iniciado la huelga de hambre”.
La decisión de Ferrer también fue anunciada por varios activistas en la red social Twitter, entre ellos la bloguera Yoani Sánchez, quien escribió en su cuenta: “@jdanielferrer se acaba de declarar en huelga de hambre. Me lo informó su esposa Belkis vía telefónica”.
De acuerdo al reporte, la AFP no pudo contactar por teléfono a Cantillo, quien reside en la provincia de Santiago de Cuba, en el este de la Isla.
Ferrer, de 41 años y líder de la opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), fue detenido hace tres semanas en Santiago de Cuba junto a otros 42 opositores, que fueron liberados paulatinamente antes de una semana.
Desde su arresto, activistas de derechos humanos en la Isla y organizaciones internacionales han denunciado los hechos y han mostrado gran preocupación por la situación del opositor.
La semana pasada el portavoz de la CCDHRN dijo que Ferrer continuaba detenido, “supuestamente bajo ‘prisión provisional’ en el cuartel de la policía política secreta de Santiago de Cuba”, donde permanecía internado “bajo condiciones crueles e infrahumanas, desde el pasado 2 de abril”.
Sánchez expresó en ese momento que el opositor se encontraba en “confinamiento solitario” y sometido a “una particular forma de tortura biológica”, ya que está expuesto a una “enorme plaga de mosquitos”.
Arrestado en 2003 junto a otros 74 opositores y condenado a 25 años de prisión, Ferrer fue liberado tras un diálogo iniciado en mayo de 2010 entre el presidente Raúl Castro y el cardenal Jaime Ortega, con el apoyo de España.
Como resultado del diálogo fueron excarcelados unos 130 presos políticos, la mayoría de los cuales viajaron a España con sus familiares. Ferrer y otros 11 presos de los 75 fueron los últimos en salir de prisión ante su negativa a marcharse del país.
El Gobierno cubano, que considera que los opositores son “mercenarios” al servicio de Estados Unidos, no ha informado sobre la detención de Ferrer.


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lunes, 23 de abril de 2012

"El tiempo se nos acabó a todos, a ellos para gobernar y a nosotros para sobrevivir""

Los actores políticos y la transición a la democracia

El Gobierno suma comunistas, católicos y exiliados dóciles en un pacto vejatorio que deslegitima a la creciente sociedad civil.
Raúl Castro atiende a la misa de Benedicto XVI en Santiago de Cuba, 26 de marzo de 2012. (GETTY)


El régimen cubano es completamente consciente que el tiempo no está de su lado y por esto ha comenzado una escalada final, con la que intentará transmutar su poder económico y político.
El país está sumido en un inmovilismo asfixiante que no le permite articular siquiera simples medidas de sobrevivencia. La sociedad cubana está harta de tantos fracasos y, si bien el miedo sigue funcionando, el cansancio crece cada día más. El activismo social muestra un florecimiento en su articulación, aunque definitivamente necesita un despegue para que sus demandas se escuchen con claridad y comiencen a ser conocidas por toda la sociedad. Esta puja entre el poder totalitario y las fuerzas democratizadoras es cada vez más ostensible. En un entorno  adverso, con su aliado vital en serios problemas, la elite necesita replantearse el escenario futuro echando mano a cuanto recurso tenga a su disposición.
El Gobierno solo espera ―como una inmediata y práctica salida― lograr que EE UU elimine las restricciones económicas y comerciales, y así poder recibir a corto plazo inversiones considerables. Sin embargo, debido a los intentos fallidos por lograr concesiones unilaterales por parte del Gobierno norteamericano, el poder se lanza a una campaña de presión desde todos los frentes posibles para lograr un relajamiento de las sanciones económicas y un futuro levantamiento del embargo.
La precaria idea de Raúl Castro consiste en sumar comunistas, católicos y exiliados dóciles que acepten un pacto vejatorio y, a su vez, deslegitimar la creciente sociedad civil cubana que demanda una transición democrática. Los intercambios académicos, artísticos, religiosos, las presiones desde la arena internacional, el activismo de simpatizantes y militantes, los anzuelos económicos, serán la prioridad del momento. La pasada Cumbre de las Américas es una muestra del intenso cabildeo político que ya viene gestándose.
Dentro de esta estrategia, algunos académicos, artistas e intelectuales, tanto en la Isla como en el exilio, han bebido del elíxir castrista que los mantiene hechizados dentro de la burbuja totalitaria. Por otra parte, a la jerarquía eclesiástica católica se le ve participar con entusiasmo en la preparación del brebaje para tales adictos ―incluyendo aquí a las inocentes almas que siempre son de su preferencia― en franca colaboración con el Gobierno. Así, la Iglesia cabildea en busca de apoyo solidario y financiamiento al raulismo bajo la falsa consigna de la reconciliación entre cubanos.
El presupuesto que se ha lanzado desde los foros eclesiásticos es que solo el Gobierno goza de legitimidad y poder para llevar a cabo un proceso de transformaciones y que, por consiguiente, todos debemos entregarles un cheque en blanco. Para ponerlo en palabras del viceeditor de la revista Espacio Laical en su intervención en el debate Último Jueves de la revista Temas, los actores sociales en la Cuba actual se dividen en nacionalistas y antinacionalistas. Los primeros tienen derecho a ser parte del debate ya que "muestran una voluntad política"; los supuestos antinacionalistas quedan excluidos, pues al no aceptar la legitimidad del Gobierno no "poseen un espíritu de diálogo".
Los movimientos son visibles y van desde la creación de espacios que, aunque más abiertos evaden señalar a la cúpula gobernante como los principales causantes de la debacle nacional, hasta la reciente visita del Papa. Así, por ejemplo, apenas concluida la Conferencia de Obispos Católicos de los EE UU ―con el pronunciamiento sobre el levantamiento del embargo y el pedido al Gobierno norteamericano de restablecer las relaciones diplomáticas con la dictadura militar castrista― el director de Palabra Nueva promueve en La Habana un magno e inédito evento sobre emigración con la participación de 60 académicos de la Isla y del exilio  donde las voces de la oposición han quedado, una vez más, totalmente excluidas. Casi simultáneamente el director de Espacio Laical hace lo suyo en el corazón de New York, disertando en el Bildner Center, de la CUNY, sobre la relación Iglesia-Estado. Como si fuera poco el calvario por el que hemos pasado los cubanos, aparece ahora un nuevo actor político dispuesto a silenciar a la sociedad civil: la Iglesia Católica.
En un hecho sin precedentes, la jerarquía eclesiástica fue cómplice de la ola represiva desatada antes, durante y después de la visita de Benedicto XVI. Una nota en el órgano oficial del Partido Comunista escrita por Orlando Márquez daba carta abierta a la represión y garantizaban un silencio encubridor.  Las dos elites intentan a plena luz pasar por encima de la sociedad civil.
Esa imagen de vencedor, en tanto reformista, es la que intenta transmitir al mundo el Gobierno de la Isla. Pero, cabe otra lectura: antes bien, el empuje de la naciente sociedad civil cubana obliga al totalitarismo octogenario a replegarse, a buscar apoyo en un actor humillado y vencido que hoy cobra inusitado protagonismo gracias a la debilidad manifiesta de la cúpula gobernante para acallar los rebrotes de civilidad y activismo. El cubano comienza a encontrar su lugar transcurrido medio siglo de asfixia política, y ello no tiene vuelta atrás.
Así, pues, la Iglesia Católica no ha entrado por un don divino al ruedo donde intentan repartirse los poderes en Cuba. Está allí como consecuencia del reconocimiento gubernamental de la existencia de una pujante sociedad civil, a la cual se pretende mantener confinada en las cárceles o en las derruidas viviendas de los ciudadanos, con tal que no conquiste su espacio, secuestrado ―al mejor estilo totalitario― por la oficialidad institucional, a saber: la esfera verdaderamente pública. El protagonismo legítimo de esa sociedad civil podría tirar abajo los planes de una transición prostituida.
Quien conoce algo acerca de la fundamentación teológico-filosófica del cristianismo sabe que Dios no está en las iglesias, sino en las almas de la gente, de los individuos. Y las almas no pueden menos que resultar podridas cuando se vuelve el rostro ante el abuso y la descarnada represión contra todo lo divergente. No hay precepto religioso alguno que justifique el maridaje entre la Iglesia Católica y un Estado totalitario.
No han faltado los que nos exhortan, desde la diáspora, a aceptar algunos cambios económicos que supuestamente darían paso a una apertura democrática. Es el caso del empresario Carlos Saladrigas. El desenlace, a la luz de la experiencia de China y Vietnam, ha puesto de manifiesto de un modo palmario que desde los socialismos de Estado solo se termina construyendo un peculiar capitalismo de elites postcomunistas corruptas, la cuales son capaces de llevar una nación hasta límites inimaginables con tal de satisfacer sus desbordadas ansias de poder.
Es importante que cada cubano tenga presente que la actual discrepancia de las democracias occidentales y, particularmente, de EE UU, no es con nuestro proyecto de nación, ni con el país, ni con los ciudadanos, sino con una elite político-militar, que vive como reyes a expensas de la falta de libertad y la miseria de su propio pueblo. La insistencia de la propaganda revolucionaria en la figura del enemigo exterior que amenaza la independencia y la soberanía de Cuba es solo una manera que tiene la casta político-militar octogenaria de mantener a salvo el patrimonio que le ha expoliado al pueblo durante todos estos años, mientras busca a toda costa negociar y pactar por encima de los ciudadanos.
El único camino que queda es el de la reforma política como eje central del cambio. El respeto a todas las libertades individuales contenidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, incluida la libertad de expresión y asociación, un gesto que no cuesta dinero (al menos al pueblo), haría que todos los gobiernos democráticos del mundo apoyaran sin reparos a Cuba. Las inversiones del capital extranjero y cubanoamericano inundaría entonces la Isla. El embargo estadounidense sería levantado de inmediato, con todas las facilidades que ello acarrea. Se pondría fin a la brutal e irracional represión contra los opositores y disidentes. Se lograría, sobre sólidas y auténticas bases, la verdadera reconciliación entre cubanos de fuera y de dentro.
La dictadura militar revolucionaria no puede ser garantía ni para los pequeños propietarios que hoy intentan en vano salir adelante ni para la gran masa de pobres y desempleados, ni para los propios tecnócratas y empresarios estatales que viven con un pie en la  calle y otro en la cárcel, dada la incontrolable corrupción que engendra el propio sistema.
El tiempo se nos acabó a todos, a ellos para gobernar y a nosotros para sobrevivir. Si de ser pragmáticos y realistas se trata, la reforma política es la mejor y más eficiente inversión posible.
En un escenario como el antes descrito tenemos que decidir de una vez qué pieza es la que sobra y cuya extirpación sería la solución definitiva de una situación que viene agobiando sin justificación alguna a varias generaciones de cubanos. Nada tiene que decir la Iglesia aquí, cuando en un extremo del problema se encuentra una elite con más de 53 años en el poder y en el otro un pueblo esquilmado, privado de los más elementales derechos y del acceso a todos los bienes que se producen y disfrutan más allá de nuestras costas.
Absolutamente nadie, en aras de una hipotética transición organizada, puede intentar acallar las voces independientes que claman, tanto dentro como fuera de la Isla, por transformaciones de fondo. El diálogo es un recurso insustituible pero solo si es atravesado por la transparencia.
¿De qué transición estamos hablando, y hacia dónde, cuando el cambio más notorio es el aumento de la represión y una asfixiante falta de libertad, mientras los "económicos" solo persiguen la supervivencia de la elite?



Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"