sábado, 5 de febrero de 2011

Estos son los 10 presos políticos que rechazan el exilio en España como condición para ser excarcelados..

Estos son los 10 presos políticos que rechazan el exilio en España como condición para ser excarcelados, según la AFP. Algunos de ellos aceptarían viajar a otros países, como Estados Unidos.

—Ángel Moya: constructor de 46 años (20 años de condena). Casado con Berta Soler, una de las principales portavoces de las Damas de Blanco. Tienen dos hijos. La Iglesia Católica anunció su próxima excarcelación.

—Oscar Elías Biscet: médico de 49 años (25 años de condena). Medalla Presidencial de la Libertad de Estados Unidos. En 2009 fue nominado al premio Príncipe de Asturias de la Concordia en España.

—Héctor Maseda: ingeniero electrónico y periodista de 68 años (20 de condena). Fundó el opositor Partido Liberal. Casado con Laura Pollán, la otra portavoz de las Damas de Blanco. Tiene cuatro hijos. Colaboró con Reporteros sin Fronteras y diarios como el francés Le Monde y los norteamericanos El Nuevo Herald y The New York Times.

—Diosdado González: electricista y agricultor de 48 años (20 de condena). Dirigente del Partido Paz, Democracia y Libertad. Actualmente está en huelga de hambre.

—Pedro Argüelles: periodista de 62 años (20 de condena). Corresponsal de la agencia de prensa independiente Cuba Press. También está en huelga de hambre.

—Eduardo Díaz: agricultor de 59 años (21 de condena), militaba en el ilegal Movimiento 5 de Agosto. Tiene una hija.

—Librado Linares: ingeniero eléctrico de 50 años (20 de condena), presidente del ilegal Movimiento Cubano Reflexión.

—Iván Hernández: periodista de 39 años (25 de condena). Corresponsal de la agencia independiente Patria.

—Félix Navarro: docente de 57 años (25 de condena). Varias veces en prisión. Miembro de Todos Unidos. Tiene un hijo.

—José Daniel Ferrer: 40 años (25 de condena), miembro del Movimiento Cristiano Liberación (MCL). Tiene dos hijos.


¡ Libertad para todos los presos políticos !

¡ Para Cuba ya es hora !


"Comité Pro Libertad de Presos políticos Cubanos"

jueves, 3 de febrero de 2011

DIGNIDAD CONTRA INFAMIA Y MALDAD .

El pasado miércoles, 2 de febrero, el clero de la Iglesia católica cubana, ha anunciado la excarcelación (Entiéndase deportación) de otros cuatro presos políticos cubanos. Como en anteriores ocasiones, la jerarquía católica ha vuelto a servir de "vocera" del régimen de la Habana. Es inconcebible que una institución, como la Iglesia Católica,que fue creada por nuestro Señor Jesús Cristo, para la defensa de los desvalidos,y salvación de la humanidad, se esté prestando para tan infame y bochornoso papel, que le esté haciendo el juego a una dictadura asesina y corrupta como la cubana,la cual desterró a ese mismo clero en 1959, que proscribió, hasta el exterminio,las instituciones religiosas, que ha asesinado a miles y miles de cubanos a lo largo de estos 52 años de dictadura comunista, que mantiene al pueblo en la peor de las miserias materiales y espirituales que haya padecido pueblo alguno, que mantiene una represión feroz contra la la disidencia y contra todo el que ose oponerse al sistema comunista. ¡Si, Sr Cardenal Jaime Ortega y Alamino, es inconcebible! ¡Es bochornoso! ¡Es desleal y Ud tendrá que rendir cuentas ante el pueblo de Cuba, por este abominable proceder.Usted no es digno de representar a esa venerable institución religiosa.¡La Iglesia Católica, se debe al pueblo, a los humildes, a los oprimidos, a los desterrados y no a la clase dominante!.
En la reunión que sostuvo el Cardenal Ortega, con los expresos políticos deportados a España, por la satrapía cubana, este caballero, le aseguró al grupo, que los once presos restantes que quedaban en presidio, serían liberados. Este mismo aristócrata, les reafirmó a las "Damas de Blanco", que sus familiares serían puestos en libertad, que el desgobierno cubano, le había "prometido" que los encarcelados serían excarcelados. Lo que no dijo el Cardenal Jaime Ortega, es cuando serían liberados estos prisioneros de conciencia, que aún continúan en las ergástulas cubanas y que se niegan a salir de su patria.
Después de casi cuatro meses de cumplirse lo pactado, entre la Iglesia Católica Cubana y el desgobierno cubano, éstos continúan encerrados. Este patricio, es incapaz de decir algo que no le sea de agrado y dado por sus amos.
La dignidad que han mantenido estos hombres, dentro del presidio, contrasta, enormemente, con la infamia y la maldad de estos fariseos.
Se hace necesario e imprescindible que este Cardenal, acuda a sus amos para que éstos le digan cuando van a ser liberados estos patriotas. Que les recuerde que han incumplido lo pactado con la iglesia católica y el gobierno español y que sus familiares y el mundo esperan la liberación de estos hombres, que por demás son inocentes.Que producto de su desprecio al ser humanos y a los derechos de las personas, existen familiares y amigos en huelga de hambre, exigiendo su liberación.
Es hora que se le exija a la dictadura de los Castro, que cumplan con lo convenido, que no es posible seguir manteniendo encerrados a hombres, cuyo único delito es disentir de la posición oficial, y su demorada liberación a su enaltecedor patriotismo, de no querer abandonar su tierra natal.

¡ Para Cuba ya es hora !

¡ Libertad para los presos políticos !

¡ Abajo los Fariseos !



" Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos "

lunes, 31 de enero de 2011

EL EFECTO DOMINO DESENCADENADO DEDE EL EXILIO

Por Klaritza Morales Calvo e Ibis García Alonso

Cubanas en Argentina

Los estallidos sociales son fenómenos espontáneos, no organizados ni dirigidos. Son, además, lo que comúnmente llamamos “la gota que rebasa la copa”. A veces pueden ser en sí mismos una nimiedad, pero en consecuencia, y por lo general, se convierten en la chispa que hace estallar esa pólvora que, granito a granito, ha ido generando el interminable descontento popular. Y finalmente, estalla el contenido. Todos se salpican, se contagian; sin proponérselos, inconscientemente, todos desean infectarse de esa plaga liberadora que desde el punto de vista psicosocial les hace despertar cualquier dormida y lejana esperanza. ¡Qué nadie se sorprenda! El hastío no entiende de nacionalidades, y los cubanos, a pesar del obligatorio letargo al que hemos sido condenados por más de medio siglo de dictadura castrocomunista, también tenemos un punto de inflexión.

Los estallidos sociales son tan espontáneos que raramente siguen una línea política. Ellos sólo buscan modificar algo, por lo general la desigualdad, la pobreza, la falta de libertades, entre otras terribles circunstancias y situaciones afines a muchos. De ahí que sean los pueblos quienes se lancen a las calles y no un líder político, con su lineamiento bajo el brazo. Las dictaduras saben perfectamente que estos fenómenos, ocurran donde ocurran, siempre llevan impreso su efecto dominó. En consecuencia en estos momentos hay alerta roja no sólo en el Medio Oriente, también la hay en Cuba, donde persiste a pura saña la más vil y prolongada dictadura iberoamericana. No dudemos ni por un segundo que en todas las instancias del castrismo —en los municipios, las provincias, consulados, embajadas, etcéteras— en estos momentos existe un estado de alerta. Pocos manejan la verdadera información, pero tal y como ocurre en el preludio de un terremoto, la intuición de los pueblos sabe muy bien reconocer los primeros síntomas y signos de la debacle. Sólo resta esperar la estampida, como cuando el Maleconazo, por ejemplo.

Ninguna idea para desatar un levantamiento en contra de la dictadura de los Castro está de más. Todo lo contrario, toda idea es necesaria. Pero sin perder de vista el recurso de la espontaneidad, lo más importante, o primordial, como se lo quiera llamar, sería crear el escenario propicio para que se prenda la “chispa” de la que hablamos al principio. Un simple ejemplo: llamar a nuestros familiares en Cuba y comentarles que en tal o mas cual lugar de la isla hubo una manifestación pidiendo elecciones libres, pidiendo pan, salarios decorosos, libertad (MUY importante: no olvidar nunca mencionar las palabras LIBERTAD, ELECCIONES, DEMOCRACIA). Esto, aunque parezca simple, sería una de las tantas formas con las que se puede desencadenar el efecto dominó sin que se haya caído la primera ficha.

Por supuesto, en Cuba habría que partir de la confianza que se ha de tener en la labor de los opositores y el ejemplo de los presos políticos, no cabe duda de ello. Pero, fundamentalmente, hay que confiar en la acción espontánea de un pueblo cansado de penurias, de opresión, miserias e injusticias. Porque en definitiva será el pueblo el que se tirará a la calle. La labor de la oposición política cubana siempre ha estado reducida a pequeños grupos que, para colmo, nunca han conseguido ponerse de acuerdo. Si vamos a ser del todo sinceros, y fundamentalmente objetivos, por motivos obvios —infiltración, amenazas, cárceles, torturas físicas y psicológicas, entre otros— no existe en Cuba una oposición con principios sólidos que realmente haya logrado captar a un buen número de adeptos dentro de la isla. Y eso es lo que se necesita. No es un secreto para nadie que la inmensa mayoría del pueblo cubano, debido al ostracismo castrista, vive ajeno a la existencia de movimientos cívicos opositores, vive ajeno a los presos políticos que son torturados o mueren en las cárceles, ajeno a todo vive el pueblo cubano; claro, ajeno a todo menos al llamado de sus estómagos (sobre todo el de sus hijos, los niños) y fundamentalmente al deseo innato del ser humano de la búsqueda incesante de la felicidad. Y cuando un pueblo se cansa, se cansa. Vivir para ver.

Sin embargo, en momentos como éste en los que el efecto dominó no puede llegar a los cubanos de adentro de la isla debido a la falta de información, pero sobre todo debido al enmascaramiento y la tergiversación de la información que les llega, es al exilio cubano al que le corresponde hacer fuerza hasta conseguir derribar la primera ficha. El exilio debe incentivar, difundir, exigir y ayudar de acuerdo a como se presenten los acontecimientos dentro de la isla. Pero, fundamentalmente, en nuestros rincones hemos de presionar a los búnkeres castristas: las embajadas y consulados cubanos. Estos sitios nunca han estado para proteger a sus ciudadanos cubanos en el exterior, sino para todo lo contrario: están para vigilarnos, amenazarnos y para, tantas veces como a ellos se les antoje y así lo crean necesario, agredirnos. Hay que presionarlos con manifestaciones pacíficas imprevistas, con alusiones por la radio, la televisión o la prensa plana del país donde nos encontremos. Se pueden hacer muchas cosas para que estos funcionarios empiecen a prever su retirada tal y como, con toda seguridad, la están planificando los castristas y sus acólitos para huir de la isla en el momento preciso.

Los funcionarios de las embajadas castristas sí están informados de todo cuanto se está moviendo en el exilio cubano. Y tienen miedo, seguro lo tienen. Son ratas asustadizas, sólo falta ponerles el raticida que para ellos significa ser desenmascarados en sus mentiras y negocios a pública subasta. Un solo cubano que consiga quitarle la careta a cualquiera de estos funcionarios/reaccionarios, ya sea a través de una nota de radio, en un periódico o en la televisión, es de por sí un pedacito del terreno que necesitamos ganar en nuestro camino hacia la libertad y la democracia en Cuba. Hay que aplastarlos con la palabra justa, con acciones contundentes, efectivas y certeras. ¡Hay que aplastarlos!

Empecemos por exigirles la retirada a los gendarmes del castrocomunismo en el exterior. Hagamos que huyan. Enviemos cartas a las cancillerías de los países donde nos encontremos adjuntándoles videos y fotos de las agresiones que comenten estos funcionarios con los ciudadanos cubanos a los que deberían proteger, y exijámosles a los gobiernos de estos países que se le retire el rango de embajada a estos negocios castristas que lo único que hacen es perseguir, robar y golpear a los cubanos que se manifiestan en contra la dictadura que ellos representan. Enviemos a las cancillerías los precios exorbitantes que cobran estos testaferros castristas a los cubanos exiliados que se ven obligados a hacer el más insignificante trámite en sus recintos. Denunciémoslos sacando a la luz pública todos estos atropellos al bolsillo y sobre todo a la dignidad humana. Cada exiliado debe tener su propia historia al respecto, hagámoslas públicas. Empecemos por eso. Hagamos que huyan los representantes del castrocomunismo. Debilitémoslos. Porque si los exiliados cubanos —sobre todo aquellos que vivimos en países donde existen pluralismo político, libertad y democracia— no somos capaces de derrocar a los representantes del castrismo en el exterior, no podemos pretender que ese pueblo que vive como reo dentro de aquella isla se lance a las calles donde de verdad imperan la intolerancia y el terror, y donde, con toda seguridad, si antes no hemos debilitado a los voceros del castrismo fuera de Cuba y conseguido un pacto de apoyo internacional, las consecuencias podrían ser siniestras. Necesitamos el apoyo internacional para que mermen las probabilidades de un derramamiento masivo de sangre en las calles cubanas.

Después de instalarse la dictadura castrista, en 1959, los cubanos dejamos de nacer con un pan bajo el brazo, eso es más que cierto. Sin embargo, la mayoría continuamos naciendo con un juego de dominó bajo el brazo, y antes de ir a la escuela muchos de nosotros ya nos habíamos convertido en expertos de ese juego. Rentabilicemos, pues, lo aprendido. Tranquémosle el juego a los castrocomunistas en el exterior, tiremos abajo la primera ficha.

Sumemos ideas, propuestas, pero hagamos algo organizado y consistente de una vez y por todas. No estamos convocando ni a la violencia ni a actos ilegales. En libertad y democracia es lícito manifestarse, sobre todo pacíficamente.

¡Abajo las embajadas y consulados castristas!

¡Abajo la dictadura castrocomunista!

¡Libertad para Cuba! ¡Pero YA!



Posteado por: "Comité Pro Libertad de Presos Políticos Cubanos"